Puntos de vista incompatibles, aplicación de prototipos diferentes, criterios dispares en el ámbito formativo y competitivo. Diferencias, en cualquier caso, irreconciliables y que han hecho saltar por los aires definitivamente cualquier tipo de colaboración y convivencia deportiva entre el Atlètic Ciutadella y el Dosa CF. No hay vuelta atrás, aunque ambas entidades deberán compartir las instalaciones municipales de Sant Antoni al menos hasta el final de esta temporada.
A raíz de las manifestaciones de la presidenta bermellona, Esperança Juaneda, publicadas en «Es Diari» en la edición del viernes, su homóloga en el Dosa, Marga Moll, ha aceptado proporcionar su versión de una coexistencia agitada «que nos ha agotado, porque hemos tenido la sensación de ir siempre contracorriente por su manera de pensar», aunque «la respetamos. No entraré a valorar su ideas y formas de funcionar. Asumimos nuestros errores, porque también los hemos tenido».