Casi con las ganas y los nervios de un chaval, el encuentro de la segunda jornada de liga Regional Preferente que jugará este sábado el Atlètic Ciutadella en el Municipal de Sant Antoni frente al Sporting no será un partido cualquiera. Han pasado la friolera de 40 días del último enfrentamiento oficial que jugaron los de Berto Moll, en la penúltima jornada de la Copa 2017-18 ante el Migjorn. Desde entonces, seis semanas sin jugar, juntándosele al Atlètic– además de las tres semanas de semifinales y final de Copa–, el incomprensible capricho de haber descansado en la última jornada copera y la primera de liga.
El preparador bermellón, incrédulo por la situación, asegura a «Es Diari» no entender que no se pueda evitar ello a la hora de hacerse los calendarios. «Sinceramente no lo entiendo porque habremos estado casi dos meses sin competir y lo único que se consigue es quitar las ganas de ir a entrenar», exclama. Un técnico que no quiere pensar que la Copa esté pensada para los 'grandes': «No lo pienso porque también nos gustaría jugarla pero se podría motivar a los 'no' clasificados con una copa de consolación, sin trofeo, como alternativa para poder seguir compitiendo».
Moll asegura que, en cuanto a planificación deportiva, no ha servido ni como 'mini' pretemporada. «Para no volver a jugar hasta el 7 de enero, es perder el tiempo. Trabajas en función de los jugadores que tienes y con ejercicios que les motiven a volver el próximo día. Así de simple y complicado», señala, viendo «imposible» mantener la tensión e ilusión con este parón. «El jugador quiere competir y llevan dos meses jugando, paran luego casi dos meses para jugar un partido y luego un mes más. Me gustaría saber si pasa en otro lugar de España», hablando de «desventaja, desmotivación, ganas de dejarlo, incomprensión», cara a su debut liguero, viéndose «a años luz de ser un lugar serio y sensato en muchos niveles, a nivel futbolístico».