El fútbol insular consumió el pasado fin de semana la última fecha competitiva de 2017, lo que significa alcanzar el ecuador de la temporada deportiva para nuestros exponentes en categoría balear, o haber superado sensiblemente esa franja, como es el caso de la Liga Nacional Juvenil. Y existe una cuestión que es obvia al revisar el trayecto hasta ahora recorrido por la guarnición menorquina; a excepción de un par de equipos (Villacarlos y Menorca) del contexto sub 19 balear, el resto deberá incrementar sus prestaciones para concluir el curso oficial habiendo conseguido sus objetivos, que en un elevado porcentaje pasa por obrar la permanencia.
Tercera División
Prolongar el estatus de único representante menorquín en Tercera División reclamará al Mercadal abundar en el crecimiento, tanto en lo colectivo como en resultados, que ha advertido en las últimas seis semanas. De ser titulado como defenestrado en el albor de noviembre ha pasado el equipo de Julián Calzada a asomar el rostro entre los conjuntos que con fundamento optan a la salvación.
Segunda División femenina
La campaña de estreno en Segunda División Nacional del proyecto de fútbol femenino del Sporting de Mahón se está desarrollando dentro de los parámetros previstos. Pese a la inviabilidad para acometer fichajes que apuntalen el grupo (la economía del club y las limitaciones que impone la Isla sugiere que aguardar refuerzos provenientes del mercado se distingue una entelequia, si bien podrá contar con Aida, con todo en regla para jugar a partir de enero), y su poca eficacia ofensiva, el conjunto de Andrés Egea ha culminado la primera vuelta liguera con posibilidades materiales de lograr la permanencia.
Liga Nacional Juvenil
La cifra récord de cinco equipos en la categoría que presenta este año nuestra Isla apunta a decrecer en la venidera temporada. De hecho, únicamente el Atlético Villacarlos, séptimo con 35 puntos (19 por encima del descenso) y en menor medida el CD Menorca (décimo, 28 puntos, con un margen de +12), se intuyen lejos del riesgo.