«Ha llegado la hora». José Manuel «Manu» Herrera (Maó, 1980), el eterno capitán del Sant Lluís, ha tomado una de las decisiones más difíciles para un deportista, especialmente cuando el organismo aún responde y la confianza del cuerpo técnico y los compañeros es absoluta. Manu aparca su actividad física favorita para atender sus obligaciones familiares y laborales «el tiempo que merecen y que el sacrificio que impone el fútbol aunque sea en Regional te limita».
El bravo centrocampista ha dedicado casi toda su trayectoria «al club de mi corazón» -excepto dos temporadas en el Menorca- y únicamente lamenta no haber levantado un título con el primer equipo.