El jugador menorquín Rubén Martínez se convirtió en la noche de este sábado en jugador de Segunda División en virtud del ascenso conseguido por su equipo, la UD Logroñés, después de vencer en los penaltis al Castellón, en partido correspondiente a la fase final por el ascenso, disputado en el estadio malagueño de La Rosaleda (1-1 al finalizar los 90 minutos y la prórroga).
El portero Rubén Miño destacó como el héroe del día por parte del equipo riojano, al detener hasta tres penaltis en la tanda decisiva. Con este éxito, la UD Logroñés, club alumbrado a partir de los vestigios del histórico CD Logroñés -exPrimera- rescata el fútbol de nivel para La Rioja.