El inesperado tropiezo ante Suiza en La Romareda ha dejado a la selección española sin margen de error en la última jornada, donde le espera el mejor test posible ante un Mundial que asoma a menos de dos meses, una Portugal que viene de golear a domicilio a la República Checa y a la que le vale el empate para sellar su pase a la fase final de la Liga de Naciones.
El Estadio Municipal de Braga acoge una auténtica final. Se repite la historia de hace dos años, cuando el equipo de Luis Enrique también estaba obligado a ganar a Alemania en La Cartuja para jugar la final a cuatro. Aquella noche, firmó una histórica goleada ante los germanos.
Sin apoyo
Pero en esta ocasión la selección nacional no contará con el aliento de sus aficionados; más bien será todo lo contrario. Desde hace semanas no hay entradas a la venta. El majestuoso estadio del Braga, una joya arquitectónica, será una olla a presión con más de 30.000 lusos en sus gradas. Por si fuera poco, España no vence en territorio portugués desde hace 19 años. Fue el día del debut de Fernando Torres con la Roja. Aquel 6 de septiembre de 2003, la selección goleó 0-3 a Portugal en el estadio Alfonso Henriques de Guimaraes, a unos 15 kilómetros de Braga.
Después de firmar ante Suiza la peor primera parte desde que asumió el cargo de seleccionador, como reconoció el mismo Luis Enrique, el seleccionador medita revolucionar su once con cambios en todas sus líneas y situando a Álvaro Morata como delantero centro, después de su fallido experimento con Marco Asensio como falso nueve. Sin embargo brilló el madridista por su voluntad e insistencia, ganando opciones para mantenerse en el equipo titular cayendo a un costado.
El objetivo inmediato es recuperar la firmeza defensiva que se desplomó en Zaragoza. Tras dos partidos sin encajar, dos acciones a balón parado de Suiza sacaron los colores a una zaga que añora la figura de Aymeric Laporte, baja por lesión, y exhibe falta de contundencia. Las modificaciones llegarán con la entrada de Dani Carvajal y José Luis Gayá en las bandas por César Azpilicueta y Jordi Alba, y Diego Llorente por Pau Torres, formando pareja con Eric García en el centro del eje.
Por delante le llega el turno a Rodri, con Koke Resurrección con firmes opciones de sentar a Gavi, y la oportunidad para Pedri de quitarse la espina tras su regreso a la selección con la imagen más alejada de la brillantez que acostumbra y el liderazgo que siempre ejerció.
Y arriba la principal novedad será el regreso de Álvaro Morata en la búsqueda de goles, después de quedarse sin minutos en La Romareda. No ha marcado en sus tres últimas internacionalidades y asumirá la responsabilidad. Estaría secundado por Marco Asensio y Pablo Sarabia.
Exhibición
Menos cambios se esperan en el once de Fernando Santos después de la exhibición de su equipo en Praga, donde goleó a la República Checa (0-4). El seleccionador portugués repetirá con Ruben Neves por detrás de Bruno Fernandes y William Carvalho en la medular. Santos asume que el sistema de España (4-3-3), obligará a los suyos a un notable ejercicio físico en el centro del campo, frente a lo que se encontraron ante la República Checa, que le cedió el balón.
Aunque hasta ahora ha ido alternando a Rui Patricio y Diogo Costa en la portería, Santos podría dar continuidad al guardameta del Oporto en el decisivo choque contra España, para el que retocará sus laterales: Cancelo y Nuno Mendes sustituirán a Diogo Dalot y a Mário Rui.