El entrenador del Llosetense, Nico López, asegura que un sector de la afición del CE Alaior profirió insultos racistas a un jugador suyo durante el partido que la semana previa enfrentó a ambos equipos en Los Pinos (0-1, victoria mallorquina), lo que por otra parte niegan desde la entidad albinegra.
López dice que un integrante de su cuerpo técnico denunció al delegado de campo que unos 10-12 aficionados del Alaior increparon e hicieron el «sonido del mono» a un jugador venezolano de su equipo, que, según el técnico, acabó «llorando».
«No creo que la gente de Alaior sea racista, en absoluto. Era un grupo de diez jóvenes, el resto del campo estuvo impecable, el Alaior es mi segundo equipo y siempre es un placer venir a Los Pinos», añadió López. El partido estuvo interrumpido un par de minutos mientras por megafonía se pidió que no se produjeran insultos racistas.
Desde la directiva del Alaior, en cambio, aseguran que fue otro jugador, a «un lateral» del Llosetense al que dijo algo ese sector de la afición, «y después de que él se metiera con el público», y que las palabras no fueron racistas, ni tampoco insultos.
Asimismo, desde el Alaior entienden que todo fue una estrategia de «un entrenador veterano», como Nico López, para parar el partido «en el momento en que más estábamos presionando al rival, y así cortar nuestra dinámica», además de reafirmar su compromiso «contra todo tipo de violencia física y verbal».