«Ha sido un año muy complicado, vienes al Zaragoza porque hay un proyecto muy ilusionante pero ves que pasan los días y los entrenamientos y no ves tus oportunidades». Fueron estas palabras del delantero de Ciutadella, Sergi Enrich, en rueda de prensa, tras empatar 2-2 ante el Racing Ferrol y seguir abonados al sufrimiento en estas dos jornadas finales para atar la permanencia, muy lejos de los objetivos iniciales de agosto cuando el insular fichó en Aragón. Pese al calvario del equipo y suyo personal– sin apenas protagonismo y siendo este su primer tanto como maño–, sí dijo sentirse, «muy querido y arropado por el vestuario, trabajando y animando. Mi madurez, dentro de este vestuario, va muy bien.
«¿El gol? Vine a intentar meter goles y ayudar al equipo y me emocionó mucho porque era un partido muy importante; es de los goles más importantes de mi carrera y mira que he metido», centrado el salvar los muebles en el Zaragoza. «A final de temporada ya haremos cuentas y hablaremos de lo malo pero ahora hay que estar juntos para sacarlo. La afición vive un año jodido, de crispación e incluso odio; el equipo igual», dijo en rueda de prensa el ciutadellenc.
Llega a los 50 goles en Segunda
Precisamente, esta diana sirvió para que el menorquín alcanzara los 50 tantos en la Segunda División, unidos a los 37 goles sumados en su periplo en la Primera División.