El CD Migjorn se ha embalado. El equipo de Biel Medina, después de obrar el pasado fin de semana la primera victoria de su historia en Tercera RFEF, en la tarde de este sábado prolongó su estado de gracia y euforia al derrotar al Santanyí en suelo mallorquín (1-2), en lo que significó por añadidura su segunda victoria consecutiva y de la temporada; y primera lejos de Los Nogales.
Con el mérito implícito de que esta temporada ningún equipo hasta la fecha había logrado vulnerar el feudo del cuadro rojiblanco mallorquín (cuatro victorias y un empate hasta que le visitó el bloque migjorner), que se maneja además en la zona de playoff.
Kevin Grajales, autor de los dos goles del equipo verdiblanco en la primera mitad, fue quien se atavió en esta oportunidad, después de que lo hiciera Ramón Huescar la semana previa con su hat trick al Campos, con el atuendo de MVP del partido.
Aunque en verdad el mérito del éxito recae sobre todo el colectivo que entrena Biel Medina. El de Ciutadella, notable exjugador, está empezando a mostrar también sus recursos y categoría desde la vertiente de entrenador. Cuanto menos, su discurso está calando en un vestuario en el que el técnico nunca ha dejado de creer y a la inversa. Y ahí están los resultados.
En cuanto al duelo, y a diferencia de otras ocasiones, el plan de partido del Migjorn esta vez no lo alteró ni el infortunio ni extraño contratiempo ninguno.
El equipo verdiblanco se parapetó bien en defensa y supo leer muy bien el partido, optimizando su capacidad para abrir espacios en el campo rival e hizo daño casi de inmediato por dos veces. A partir de ahí, el equipo menorquín gestionó bien los ‘tempos’ del partido y también los arrebatos del Santanyí en la búsqueda de goles, intentos que se quedaron en el tanto convertido por Diego Díaz a los 12’ de la segunda mitad. Insuficiente para contener a un Migjorn que sigue en plan triunfal (1-2).