El CE Migjorn regresó de vacío de su visita a Lloseta. A pesar de tratarse de un partido marcado en rojo en el calendario al enfrentarse a un rival directo en la clasificación, los de Es Puig fueron superiores y lo dejaron resuelto antes del descanso gracias a los goles de Moha, Gálvez y James. En la reanudación, Gili redondeó la goleada e hizo estériles los intentos por recortar distancias y meterse de nuevo en el partido.
Con varias novedades en el once para tratar de volver a sumar tras dos derrotas consecutivas, el equipo se vio golpeado por dos veces a balón parado, un castigo excesivo que a la postre acabó condicionando el resultado. El primer gol del partido llegó a balón parado, una acción en la que los visitantes reclamaron falta sobre Juan Carlos en el momento del remate.
Sin tiempo para sobreponerse, llegó el segundo, en este caso desde los once metros, una pena máxima cuestionada por la expedición verdiblanca y que el colegiado pitó a instancias de su asistente. Con el partido cuesta arriba, al borde del descanso, una jugada individual de James, que arrancó desde la banda derecha, unido a la falta de contundencia de la zaga, desembocó en el tercero, justo antes del descanso.
En la reanudación, el equipo pareció salir con otra mentalidad y reclamó un penalti por mano en la primera aproximación al área que tuvo pero el árbitro no lo consideró punible. Sin embargo, cualquier atisbo de reacción quedó neutralizado con el cuarto gol, en la siguiente acción, una jugada combinada del cuadro local que culminó Gili tras la asistencia de Tommaso. Medina movió el banquillo pero el encuentro no alteró su guión y los de casa pudieron anotar el quinto, en una doble ocasión, a la salida de un córner. El Migjorn no bajó los brazos y lo siguió intentando con rápidas transiciones a las que les faltaron precisión en el útimo pase. Ramón también probó fortuna con un disparo intencionado que acabó en saque de esquina. El equipo local acabó con diez jugadores por la lesión de Luca, al haber realizado ya los cinco cambios.