Todos los clubes de fútbol de Menorca, con los que guardaba y mantenía una estrecha relación; el ‘mundillo’ de este deporte y sobre todo la Federació de Futbol de les Illes Balears, de la que era su delegado en Menorca desde hacía aproximadamente un año y medio, todavía intentan digerir, analizar y mirar hacia adelante después de la dimisión irrevocable del, hasta el domingo, presidente de la Junta Insular de Menorca (JIM), Fernando Osuna. Un golpe importante para el fútbol insular, tanto por lo inesperada e imprevista de esta decisión del federativo menorquín, como por la unidad que había logrado Osuna entre las entidades de la Isla, tratado como un trabajador incansable y gran defensor de los intereses menorquines en los despachos de Palma.
Y es que apenas 48 horas después que este diario avanzara públicamente el adiós de Osuna de la JIM, en la FBIB que preside Jordi Horrach– con Toni Vila como vicepresidente menorquín–, en la Isla y en Palma intentan ya buscar al candidato idóneo con el que suceder al ex presidente del Sporting de Mahón. Osuna accedió al cargo tras la renuncia del histórico Virgili Juaneda, que estuvo 28 años en el cargo y con el que se vivieron casi tres décadas de continuidad en el sillón de la JIM.
Ahora desde Palma se han dado esta semana en curso para intentar, entre todos, encontrar al nuevo delegado en Menorca de la FBIB; un cargo no remunerado y por el que, como ha sabido este diario, «se estará buscando a una persona de fútbol, probablemente jubilada y que tenga mucho tiempo», en la línea del fallecido Juaneda o del mismo saliente Osuna. En este sentido, Palma citaría a los clubes de Menorca la semana que viene– casi seguro que tras las fiestas de Sant Joan de Ciutadella–, para encontrar una solución, de cara a unos inminentes meses de mucho trabajo de preparación del curso 2025-26.
Mutismo absoluto
Mientras tanto, a las ya anunciadas y conocidas por este diario intenciones del presidente dimisionario, Fernando Osuna, de no realizar ningún tipo de declaración o explicación pública– más allá de esgrimirlo a «razones estrictamente personales», dijo anteayer–, también desde Palma impera el mutismo absoluto. Y como Osuna, el máximo mandatario de la Federació, Jordi Horrach, a través de su gabinete de prensa, quiso dejar claro a «Es Diari» que, «no hará ninguna valoración», se contestó, en alusión al presidente de la FFIB. Y en medio del revuelo que se ha generado en el fútbol insular, desde Palma insistieron en cerrar públicamente el tema con un, «es una decisión personal de Fernando y en la FFIB respetamos esta decisión y agradecemos su trabajo realizado al frente de la Junta Insular; nada más», zanjaron en Palma.
Mientras tanto, el vicepresidente de la FFIB, Toni Vila, quiso salir al paso de los rumores que lo colocarían como el más indicado para el puesto de Osuna. En palabras del mercadalenc, «no hay nada y la verdad es que por mis compromisos profesionales, veo muy complicado poder estar en el cargo», dijo ayer el dirigente.