A pesar de perderse los cuatro primeros amistosos al haber firmado con la SD Huesca de LaLiga Hypermotion 2025-26 con la pretemporada ya en marcha en Benasque, el delantero de Ciutadella, Sergi Enrich, a sus 35 años, está protagonizando su mejor arranque liguero en sus casi dos décadas ininterrumpidas en el fútbol profesional español.
Junto al comienzo competitivo que tuvo el ciutadellenc en su primer año en el Numancia– donde marcó 26 goles en las dos campañas 2013-15–, su inicio de curso en el Huesca demuestra su gran estado de forma físico y mental. Y es que Enrich, que acumula ya 99 goles en el fútbol profesional entre la Primera y la Segunda División españolas–, ha logrados dos goles que han supuesto seis puntos para los hombres de Sergi Guilló.
El ariete menorquín, renovado este año por un curso, más otro opcional, marcó este domingo el 2-1 ante su ex equipo, la SD Eibar; y la semana anterior hizo el 0-1 en el feudo del Mirandés, poniéndose en dos ocasiones y en lo que llevamos de liga la capa de súper héroe el insular.
Después de catorce temporadas seguidas en el fútbol profesional de España, el delantero sigue mostrando su pólvora cara a portería y se muestra insaciable a la hora de perforar las porterías contrarias. Tras superar al Eibar, Enrich estaba desatado: «Muy feliz. Al final, el fútbol es colectivo. Sí que cuando el delantero marca y el equipo gana, se habla más de uno, pero hay que hablar del equipo entero.
Jugamos contra un rival muy bueno y lo importante es que volvemos a sumar de tres. Eso nos da confianza para seguir», decía, agregando que fue un gol diferente a los otros. «Me señalo el escudo, claro, fue un momento de mucha euforia. Sabéis qué pasé muchos años en Eibar y tengo un respeto enorme, pero este gol, en el último minuto, fue muy especial. Estaba mi familia, mis suegros… Fue por ellos también», suspira. «Conecté muy bien con el ADN de lucha de este club: no rendirse nunca. Ese gol en el último minuto fue muy especial».
Krak