Un lamentable episodio ocurrido el sábado por la noche en el Municipal de Sant Antoni a la finalización del partido de la Copa Juvenil Preferente de Menorca entre el CE Ciutadella B y el Penya Ciutadella B ha vuelto a dejar en evidencia que se está lejos aún de erradicarse la violencia –física y/o verbal–, en los terrenos de juego de la Isla. Poco pasadas las 21 horas, Policía Local y Nacional recibían varias llamadas alertándoles que en este campo se estaba produciendo, «una pelea», según indicaron este lunes fuentes oficiales a «Es Diari». Una vez personados en este recinto seis agentes de la Nacional y cinco de la Local, y «ya sin trifulca alguna pese a haber mucha gente aún reunida», se identificó a un mayor de edad, un padre, y a un menor.
Presuntamente, y tal y como habrían relatado en el escenario mismo a los agentes de seguridad después de identificarlos, un padre habría discutido con un menor y se acusaba a este mayor de edad de si habría intentado agredir a este menor.
Después que el colegiado del encuentro dialogara también con la Policía y expusiera los hechos –y ya con los ánimos calmados tras momentos de tensión en Sant Antoni–, los policías le ofrecieron la posibilidad de acompañarle a su domicilio, a lo que el trencilla se negó, según estas fuentes oficiales, y sin que fuera amenazado ni recibiera actitud violenta alguna en el campo, ya finalizado el encuentro, por cierto, con igualada 1-1.
Todo ello tras un partido de rivalidad local que en la segunda parte se fue calentando sobre el terreno de juego, como muestra el hecho de que los locales acabaron con siete tarjetas amarillas y una roja directa; y los visitantes con una roja y cinco amarillas, con dos dobles y saliendo con ocho del pitido final.
Mutismo federativo
«Nosotros no sabemos nada, más allá de lo que dice el acta del encuentro y que ya está analizando el Juez de Competición. Y cuando tenga la resolución la enviaremos a los clubes». De esta manera contestó la Federació Balear de Futbol de les Illes Balears a este diario, con, de momento, mutismo absoluto y dejando que Competició haga su trabajo ante un nuevo caso de violencia que no hace más que manchar al deporte.
Vergonya!