El regreso de Simone Biles, la presencia de los vigentes campeones Rebeca Andrade y Daiki Hashimoto, el reparto de plazas para París 2024... no faltan alicientes para seguir al detalle los Mundiales de gimnasia artística que comenzarán este sábado en Amberes (Bélgica), donde España, con los mallorquines Nicolau Mir y Adrià Vera en sus filas, aspira a repetir la clasificación de los equipos completos, hombres y mujeres, para los Juegos Olímpicos.
La selección masculina que dirige Benjamín Bango fue sexta en los campeonatos del mundo de 2022, por lo que, si mantiene el nivel, la plaza olímpica está a su alcance. Necesita terminar entre los nueve mejores de la ronda de clasificación, sin contar a los ya clasificados China, Japón y Gran Bretaña. Los convocados tienen amplia experiencia y excelente currículum internacional: Néstor Abad, Nicolau Mir, Thierno Diallo, Joel Plata, Adrià Vera y el vigente subcampeón olímpico de suelo Ray Zapata.
En principio harán los seis aparatos Abad y Diallo, por lo que también son aspirantes a entrar en la final mundial del concurso completo individual, aunque Bango ha asegurado que el equipo y su meta olímpica «es lo primero». Lo mismo vale para Zapata, que siempre apunta a la final de suelo, pero que podría dejar para mejor ocasión su ejercicio de mayor dificultad, para asegurar en la ejecución.
Para las mujeres, el reto de estar entre los nueve mejores equipos (sin contar a Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá) es mucho más exigente. La seleccionadora Lucía Guisado recupera para la alta competición a Ana Pérez, tras su grave lesión de tobillo, a la que se suman las también rodadas Alba Petisco y Laura Casabuena, que previsiblemente harán en Amberes los cuatro aparatos. Las jóvenes Laia Font, Sara Pinilla y Laia Masferrer completan el equipo, que ha evolucionado de manera notable desde que el año pasado fue decimoséptimo mundial.
La cita de Amberes puede pasar a la historia como aquella en la que la estadounidense Simone Biles gane su sexto título mundial y su equipo un séptimo oro consecutivo sin precedentes. Biles, reciente ganadora de su octavo campeonato nacional, se tomó un largo periodo de recuperación tras sufrir en los Juegos de Tokio problemas de salud mental. La portentosa gimnasta, ejecutora de múltiples dificultades que han llevado la artística femenina a otra dimensión, ya ha anunciado que presentará aquí su nuevo salto, un Yurchenko con doble mortal carpado que ninguna mujer ha hecho antes y que llevará su nombre en el código de puntuación.
Sus posibles debilidades en los ejercicios de barra y asimétricas favorecen a la otra gran estrella femenina de los campeonatos, la brasileña Rebeca Andrade, ganadora del título en 2022. Ambas pueden protagonizar un duelo estelar en la final individual. Sería la primera final en la que coincidirían desde los Juegos de 2016, cuando Biles ganó el oro y la de Guarulhos, que venía de su primera rotura de ligamento cruzado (tuvo luego otras dos), fue undécima.
Se sabe que la brasileña presentará un nuevo ejercicio de suelo que será un homenaje a las grandes divas de la música pop. El Baile de Favela que la llevó a la cumbre ya es historia.
En la lista de participantes no está la china Tan Xijing, campeona de su país y que ha priorizado acudir los Juegos Asiáticos, ni tampoco, por lesión, las belgas Nina Derwael y Lisa Vaelen o las italianas Giorgia Villa y Asia D'Amato.
El título masculino puede ser por segundo año consecutivo para el japonés Daiki Hashimoto, teniendo en cuenta las ausencias de Rusia, por sanción, y del campeón del mundo en 2021, el chino Zhang Boheng, que este martes ganó el oro en los Juegos Asiáticos.
Hashimoto, también campeón olímpico, ya tiene la plaza olímpica por país asegurada y puede centrarse en sus metas individuales. El turco Adem Asil, campeón de Europa, y el británico Jake Jarman, subcampeón, intentarán quebrar la superioridad asiática, lo mismo que el ucraniano Ilia Kovtun o su compatriota Oleg Verniaiev, de vuelta tras su sanción por dopaje, ambos en excelente forma según sus últimas Copas del Mundo.
Por equipos, China defiende el título. Japón, que no lo gana desde 2015, tiene una ocasión de oro para hacerlo en Amberes.
Los equipos masculinos de China, Japón y Gran Bretaña y los femeninos de Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá ya están clasificados para París, por haber ocupado el podio en los mundiales de 2022. Otros nueve equipos por sexo, los mejor clasificados sin contar a los mencionados, obtendrán en Amberes el pasaporte olímpico.
Los tres siguientes equipos ganarán una plaza olímpica individual -no nominal- para el concurso completo de París.
Otros 14 gimnastas, los mejores entre los no clasificados a través del equipo, obtendrán una plaza olímpica individual, en este caso sí nominal. Puede haber hasta un máximo de tres por país en el caso de los países sin equipo completo.
Además, los campeones de cada final por aparatos, o los mejores no clasificados por otros criterios, recibirán también un billete nominal.
La ronda de clasificación masculina se disputará entre este sábado y el domingo; la femenina, entre el domingo y el lunes. Serán más decisivas que nunca, porque de ellas saldrán los equipos olímpicos y los gimnastas individuales con plaza.
Además, se conocerán tras ella los finalistas mundiales en todas las modalidades; los que pasen a las finales por aparatos también se jugarán en ellas una plaza olímpica.
El martes será la final mundial masculina por equipos; el miércoles, la femenina. El jueves se disputará la final del concurso completo de los hombres y el viernes la de las mujeres, con el posible duelo entre Simone Biles y Rebeca Andrade. Y entre el sábado y el domingo se repartirán las finales por aparatos.