Un reclamación del equipo suizo y una polémica decisión bien entrada la noche -cerca de las 23 horas- pusieron fin a la aventura olímpica de un Nacho Baltasar que, con 19 años y en el número dos del ránking mundial de iQFOiL Masculino, había protagonizado en aguas de Marsella una espectacular remontada que le metió, décimo en las Medal Series de los Juegos Olímpicos de París 2024. Pero el jurado dio validez a la protesta y el regatista del Club Náutico de Sa Ràpita cayó al undécimo lugar y sus sueños se hicieron trizas en unos segundos.
«No soy consciente de lo que pasó. Son experiencias de la vida que te vienen a veces para progresar y de ellas tienes que aprender, aunque en ocasiones sean difíciles de digerir o de entender», comentaba respecto a su descalificación en una de las últimas pruebas que supuso perder el décimo puesto de la general y la plaza en las Medal Series de iQFOiL.
Tras un mal arranque, sufriendo problemas técnicos, Baltasar fue de menos a más, y en la última jornada estuvo en las posiciones delanteras en las pruebas decisivas. No fue suficiente y ya mira al futuro porque cree que se merece «una segunda oportunidad en Los Ángeles», asegura el deportista mallorquín desde la Villa Olímpica de París, cuya experiencia ha disfrutado antes de volar hacia la Isla tras varias semanas de intensa concentración y competición.
«Empezamos cuesta arriba con dificultades técnicas que había que gestionar de la mejor manera, pero hemos sufrido hasta el final y eso ha hecho que me costara disfrutar de la experiencia como tal, porque era un problema tras oro», explica el benjamín del equipo olímpico español de vela. «La puntilla fue la protesta, pero ya está, ha pasado y a otra cosa, no queda otra. Es verdad que estuve un par de días por Marsella un poco desanimado, triste, no tenía humor, pero en la Villa al menos he desconectado un poco y he vivido el ambiente con los demás deportistas y todo lo que te cuentan y has oído siempre», asegura más relajado.
Undécimo a la postre en iQFOiL, tiene claro que lo vivido en París 2024 «contará como una experiencia. Lo que he aprendido en estas dos semanas es algo increíble», asegura, y mira más allá pensando en la próxima campaña. «Ahora hay que ver qué se puede cambiar, qué hay que entrenar pensando en Los Ángeles. Tenemos cuatro años, sí, es mucho tiempo, pero por eso hay margen para planificar, ya que la anterior campaña fue más corte y yo entré en el último año. Por eso, creo que con cuatro se puede planificar más y mejor, aunque también hay que mantener la motivación, el ciclo es largo», añade Baltasar, una de las referencias de su clase.
Tras esa escalada en la general de iQFOiL, no esconde Nacho que iba «a por todas, aunque sabía que eran mis primeros Juegos y una medalla no iba a ser fácil. Pero ahora tengo más ganas de seguir. Los Juegos es algo que quiero volver a ver y vivir y por eso quiero trabajar para tener esa segunda oportunidad y plantear los próximos de otra manera, aprendiendo de los errores cometidos, aunque hay que tener presente que son cuatro años, hay que clasificar al país, la plaza... es largo y duro, pero vamos intentarlo», advierte Nacho Baltasar.