No es de extrañar que Benito Reynés dijera el lunes en este diario que estuvo a punto de abandonar y lanzar la toalla hace escasas fechas a medida que se aproximaba la fecha límite y veía que el club no hallaba el capital necesario para superar la auditoría y poder ser admitido en la Liga.
Los miembros del Consejo de Administración de la SAD han tenido que adelantar una cantidad que rondaría el millón de euros para atender a las justificaciones de los auditores. Sin embargo, a tenor de los movimientos al más alto nivel habidos hace un par de semanas, el ingreso del club en la ACB corrió algo más que serio peligro. Tanto es así que, según ha podido saber este diario, el propio alcalde de Maó, Vicenç Tur, contactó personalmente con el promotor Paco Segarra, actual presidente del Sporting, para que atendiera una llamada que poco después le efectuaría su homónimo menorquinista, Benito Reynés.
Así fue. El empresario naútico llamó a Segarra el pasado 3 de julio, sábado, y le pidió una reunión porque precisaba ayuda urgente. Quedaron en verse la semana entrante pero la reunión no se produjo. Días después, un empleado del club llamó a Segarra para disculpar al presidente argumentando que había salido de la Isla y estaba completamente absorto en los trámites que precisaba el club por lo que no había tenido tiempo.
Como quiera que desde entonces la reunión sigue sin haberse producido parece claro que Benito Reynés halló soluciones por otro camino sin necesidad de recurrir puntualmente a Paco Segarra. La decisión de contactar con el promotor catalán no partió de la propia cúpula dirigente menorquinista sino que salió de una recomendación cercana dada la situación límite en la que se hallaba el club para lograr su ingreso en la ACB.
Segarra ya había sido postulado la última temporada del Menorca en la ACB por un grupo de accionistas de la SAD para que optara a la presidencia que ostentaba José Luis Sintes. Desde entonces la figura de Segarra, que guarda una buena relación de amistad con el empresario de la construcción, Antonio Gomila, no ha generado un especial entusiasmo en la plana mayor menorquinista. Gomila, accionista mayoritario de la SAD, abandonó el Consejo de Administración cinco meses antes de que estallara el 'caso Sintes' que acabó provocando su salida. El constructor, representado en el Consejo por Joan Pons, levantó acta notarial de su dimisión en la que hizo constar que la llevaba a cabo por estar en desacuerdo con la escasa información económica que ofrecía el anterior presidente.
La posible entrada de Segarra en el Consejo, considerando que el promotor catalán estaría dispuesto a colaborar y comprar acciones cuando haya ampliación de capital siempre que disponga del número y el respaldo suficiente para poder gestionar y tomar decisiones, podría suponer también el regreso de Gomila que tarde o temprano se producirá por razones obvias salvo que venda sus acciones. Segarra dijo hace dos años cuando se postuló para la presidencia del Menorca, que si algún día llegaba al cargo sería necesario dar a conocer la situación del club.
Segarra, preguntado ayer por este diario quiso dejar claro que "no tengo ningún afán de protagonismo. Reynés dijo que quería hablar urgentemente conmigo hace dos semanas y no lo ha hecho. Si me llama lo escucharé pero no tengo ningún espíritu para regalar capital, eso ya lo hago con el Sporting. Si entro en el Menorca tiene que ser para gestionar". El promotor no quiso confirmar la mediación del alcalde de Maó, "eso lo dice usted y es una cuestión confidencial. Me llamaron y les atendí, pero como no han vuelto a hacerlo entiendo que la necesidad económica tan urgente que tenían la deben haber solucionado y me alegro mucho por ellos. Si sólo querían dinero y ya lo tienen, perfecto".
Prasa se reúne el martes pero no seguirá como patrocinador principal
Manuel Campanero, apoderado del Grupo Prasa, patrocinador del Menorca Bàsquet los últimos cuatro años, tiene previsto reunirse con el Menorca Bàsquet el próximo martes. El grupo promotor con sede en Córdoba y propiedades en Son Parc no continuará como patrocinador principal la próxima campaña aunque está dispuesto a escuchar la proposición del Menorca. El club menorquinista, salvo que halle otro patrocinador fuerte, está trabajando en la captación de varias empresas para que se conviertan en pequeños patrocinadores y den soporte al proyecto ACB. Prasa puede ser una de ellas, admite Campanero quien no tendría inconveniente en que el equipo continuara llevando el nombre de ViveMenorca la próxima campaña. "Al fin y al cabo lo que se vende es el nombre de la Isla que beneficia a todos. Las instituciones que han dado soporte al club lo han hecho en este caso expandiendo la marca de la Isla, en cambio con otros clubes que tienen nombres de empresas privadas no sucede así", indica.
Prasa considera que su aportación al Menorca no ha tenido la consideración que merecía en relación a otras empresas cuyas ayudas han sido mínimas en relación a la inversion realizada.