Con el desembarco de Sandro Rosell en la sala de mandos del Fútbol Club Barcelona, una mujer guardará la hucha del club por primera vez en la historia. Se trata de Susana Monje, una empresaria nacida en Asturias que ha pasado casi toda su vida en Cataluña y que pronuncia asiduamente la palabra "austeridad" mientras veranea en Es Castell desde hace 8 años.
Monje se muestra amable y firme. Parece el polo opuesto de su antecesor en el cargo, el expansivo Xavier Sala i Martin. No en vano, ha declarado que el de tesorero "no debe ser un cargo mediático". En cualquier caso, le tocará trabajar en una época de vacas flacas, más aún teniendo en cuenta la auditoría fiscal que reveló recientemente unas pérdidas de 77 millones de euros en la entidad blaugrana.
Monje atendió ayer a Es Diari durante sus vacaciones en la Isla, un lugar donde encuentra "ambiente familiar y tranquilidad". Retirarse a Menorca le sirve, revela, para "desconectar". Sin embargo, durante unos instantes, tuvo que olvidarse del descanso para responder a las cuestiones sobre su nuevo reto profesional.
Le ha tocado un momento económicamente difícil. ¿Cómo lo lleva?
Me hace mucha ilusión. Hay que trabajar con rigor, pero para mí, que soy culé desde pequeña, es algo muy grande formar parte de este proyecto.
¿Cómo fue a parar a la candidatura de Rosell?
Por amistad con él. Además, compartimos muchas ideas y tenemos objetivos comunes.
¿Cuáles son?
La clave en la política económica es la austeridad. Tenemos que evitar los gastos alegres. Eso nos llevará a tener un mayor colchón para obtener beneficios.
Hay cierta inquietud tras la reciente auditoría...
La situación del club es para estar tranquilos. Hemos conseguido un crédito sindicado de 155 millones, gracias al cual tendremos dinero para fichajes.
Su antecesor dice que las pérdidas de 77 millones que arrojó la auditoría son una falsedad. Él había aireado 11 millones de ganancias...
La auditora es Deloite, una empresa contratada por la anterior junta. La auditoría no es de la nueva directiva, nosotros sólo hemos reflejado sus resultados.
El ejercicio fue malo, entonces...
Se necesitan más previsión y rigor. Digamos que hubo imprudencias contables.
¿Qué opina de la anterior junta?
No la valoraré.
¿Cuánto dinero hay para fichar?
Tenemos 50 millones para gastar cada año. Nos quedan 40 tras la contratación de Adriano.
¿Y en qué recortarán ustedes?
Si no trabajamos duro para contener el gasto, se pueden dar tensiones en la tesorería en el futuro. Insisto: la austeridad define nuestra acción de gobierno. Revisaremos todas las partidas, y hay que actuar especialmente en la de gastos varios. Se puede recortar en comidas, caterings, vuelos y otros de este tipo.