En la expedición menorquina que ayer se desplazó a Salou para tomar parte en la Copa de la Reina de voleibol no viajaron todos. En Ciutadella se quedó el cartel de favorito que tanto rivales como aficionados le han colgado al Valeriano Allés. La competición en la que la cruel historia ha obligado al conjunto bermellón a coleccionar finales no permite margen de error ni contemplaciones ni nada que despiste. Si el Valeriano Allés quiere saborear el exclusivo elixir reservado a los campeones que cobija celosamente la Copa debe hacer las cosas muy bien y, de entrada, superar al Haro Rioja, que ayer logró el pase a semifinales tras deshacerse del Playas de las Canteras por 3-0. ¿El primer contratiempo? La incógnita sobre el estado físico de Lizz Hintemann, que ayer tuvo que entrenar a parte en una sesión de toma de contacto con el pabellón municipal de deportes de Salou.
En el vestuario bermellón la mentalidad es clara. "Todo lo que hemos conseguido hasta ahora no sirve de nada". Y por todo se refieren a ser líderes de la Superliga prácticamente durante todas las jornadas, imponer un ritmo de juego alto y una calidad que únicamente ha sido capaz de mancillar el irregular Burgos al amparo de su público y un respeto entre sus adversarios que cosechan, la mayoría, derrotas claras.
Para Yoraxi Melean, Janine Sandell, Ana Correa, Helia González, Esther López, Sabrina Duarte y Alba Cardona es la oportunidad de enmendar una injusticia. En la pasada edición del torneo del KO el Valeriano Allés campó triunfalmente hasta la final donde el Murcia exhibió potencial y, tras un ajustadísimo partido, en el quinto set y necesitadas únicamente de un punto para ganar, las ciutadellenques cedieron 14-16. Chema Rodríguez sabe que esa espina duele más que la alegría que luego produjo el título de Superliga y que tiene una oportunidad maravillosa para regalarle al CV Ciutadella ese título que, tres finales perdidas después, tanto merecen.
En el horizonte más próximo otean malos tiempos para la entidad que, hasta el momento, ha sido ejemplo en gestión y puede que esta sea la última oportunidad clara de conseguir una Copa de la Reina que cerraría un ramillete de éxitos considerable en los últimos años con el campeonato de Superliga, la clasificación para la CEV Cup y la Champions, a la que se tuvo que renunciar por recortes presupuestarios.
En frente estará un Haro Rioja que tiene a su favor la libertad de presión con la que jugará su plantilla al recaer toda la responsabilidad en el Valeriano Allès. En contra, el soberano correctivo que le infringió el actual campeón de Superliga 3-0 (25-16/25-19/25-14).
Pero la Copa es un mundo a parte. Gestionar los nervios y no conceder nada al rival es una de las claves que deben llevar al Valeriano a la Final, en el primer trago de la Copa.