Albert Torres, el mejor ciclista menorquín de todos los tiempos, hizo una breve pero satisfactoria incursión en el ciclismo profesional de carretera este pasado fin de semana.
A prueba en el equipo italiano, Androni Giocatelli, Torres disputó la París-Bruselas, el sábado completando el recorrido de 217 kilómetros y el domingo se retiró en la clásica Gran Premio Formies.
"Ha sido una gran experiencia porque correr al lado de profesionales de tanto prestigio como Boonen o Freire me impactó", explicó ayer Albert a su regreso a Palma.
En la carrera del sábado "disfruté pero también sufrí porque el ritmo es muy alto y no estoy acostumbrado a un recorrido de tanto kilometraje, por eso se me hizo muy larga; y el domingo, ya acusé demasiado el cansancio y me retiré".
En todo caso, Torres llegó a meta, el sábado, en el puesto 58 de 187 ciclistas a sólo 25 segundos del ganador, Tom Boonen "porque el pelotón quedó cortado en el último kilómetro debido al trabajo de los sprinters".
Ahora, de regreso a casa, Torres aguarda una nueva llamada del equipo italiano, "no sé si me convocarán para alguna carrera más, ojalá; estoy a prueba y sería fantástico que me quedara. Es un equipo pequeño pero con buenos corredores y con un buen calendario en Italia donde este año ha corrido el Giro".
El ciclista olímpico de Ciutadella prioriza la carretera a partir de ahora, y entrar en un equipo profesional "pero sé que es muy complicado".
A final de mes correrá el campeonato de España de pista en el Palma Arena con la Selección Balear, a la espera de una nueva llamada que le abra las puertas del profesionalismo en ruta.
Albert tiene previsto descansar dos semanas en Ciutadella antes de iniciar la preparación para la nueva temporada.