Integrar alguna vez una junta directiva de un club deportivo, es un cometido bastante corriente en una sociedad como la menorquina, especialmente, si el sujeto en cuestión es padre de hijos que practican deporte en una entidad federada. Hacerlo, sin embargo, durante 27 años ya deja de ser tan corriente, y mucho más si se ha hecho de forma ininterrumpida. Es el caso que del ciutadellenc Aniceto Bosch quien hace apenas diez días puso el punto y final a su vinculación al Club Volei Ciutadella.
Trabajar de forma altruista para el club y saberlo conciliar con la vida familiar, la ocupación profesional e incluso combinarlo con otras aficiones merece una atención especial. Aniceto Bosch Coll (Ciutadella 1963), 'en Seto Bosch "des Volei" ha sido capaz de hacerlo.
¿Oficialmente terminó su labor directiva con el nombramiento del nuevo presidente y su junta?
Sí, aunque en enero ya comuniqué a mis compañeros que tenía otros hobbys. El volei me encanta como deporte, pero ya no tanto para trabajar por él, llevaba muchos años, estaba cansado y que había decidido dejarlo.
¿Cuántos años ha durado su vinculación a club?
Los 27 años de vida que tiene el Volei Ciutadella, y otros 3 o 4 cuando empezamos a montarlo.
Usted ha ocupado prácticamente todos los cargos...
Sí. He sido presidente, vicepresidente, secretario, tesorero, vocal, entrenador...
¿Dónde ha estado más cómodo?
Sin duda como entrenador. Es lo que realmente me tira, estar a pie de pista es lo que me apasiona.
Ser dirigente y emprendedor en el mundo del deporte le viene a usted de familia, ¿no?
Sí. Mi padre Aniceto Bosch Allés fundó junto con otros, la UE Sami, y mi tío, Federico Bosch, el Peña Orient. Vengo de una familia a la que le ha gustado el deporte y ayudar a hacer cosas.
¿Cómo empezó su vinculación con el voleibol?
Antiguamente en los colegios había profesores como Mallo, en el instituto, don Augusto, en Joan Benejam, don Cirilo, en los Salesianos, que incentivaban la práctica del voleibol escolar y a partir de aquí, hubo personas como Joan Jover, por una parte, Bep Joan Casasnovas, por otra, y yo mismo, que nos planteamos seguir con el volei una vez terminado el Instituto. Así se fundaron diferentes equipos en el colegio Mare de Déu del Toro, Joan Benejam y La Consolación, hasta que en un momento dado, con la idea principal de Joan Jover, nos reunimos y decidimos crear el Club Volei Ciutadella.
Su mujer comenta que desde que le conoció a usted siempre ha estado ligado al voleibol...
Ella no me ha visto nunca sin voleibol. Hace 27 años que estoy con ella y llevo algunos más detrás del volei. Ya ves.
¿Combinar estas facetas y alguna más no habrá sido fácil?
Mi pareja me lo ha permitido. Nunca me ha puesto trabas, o ha dicho una cosa o la otra, incluso un par de veces en que había pensado en dejarlo, me dijo que continuara "porque tú sin volei no sabes vivir". Y he aguantado porque me ha dado su apoyo incondicional. Cuando tuvimos nuestros hijos también me animó a seguir. Cuando les dije que lo dejaba ellos me preguntaban qué íbamos a hacer ahora por lo acostumbrados que estaban los sábados a ir al Pavelló. Pero todo empieza y todo acaba.
El testigo lo ha recogido su mujer.
Si, ella es directiva del Dosa. Los dos hijos juegan en este club, y yo en este aspecto le devuelvo lo que ella ha hecho por mí, y si tengo que ayudarla a montar algo lo hago…. Mis hijos han elegido el fútbol que tira mucho aunque también influye que no haya un volei masculino.
De deporte exclusivamente masculino en el CV Ciutadella a exclusivamente femenino. ¿Por qué?
Cuando empezamos ni pensábamos en el femenino. Salió después un equipo y, como quien dice, lo han ido ganando todo y el masculino ha ido desapareciendo. Recuperarlo es complicado. Se ha muerto. Incluso a nivel de Menorca. En Alaior tampoco hay, en Maó tampoco y en Ferreries hubo uno y también desapareció.
Los mejores y peores momentos de estos 27 años han sido...
Hay dos a los que les tengo especial cariño. Siendo entrenador conseguimos el campeonato de baleares juvenil femenino. La verdad que la emoción ese año fue mucha. Y otro, sin duda, el primer título se Superliga. Recuerdo que lloré en la pista. El más triste, casi preferiría guardarlo para mí, pero fue cuando me cesaron del puesto de entrenador después de haber ganado una liga balear y yendo segundos ese año, la verdad no lo entendí. Me hizo mucho daño. y lo recuerdo con mucha tristeza, estuve incluso a punto de dejarlo todo. Mi mujer me apoyó, y decidí seguir por la amistad con Katy Moll que era su primer mandato.
¿Cómo ve al club ahora tras el cambio de directiva?
Hace tiempo que veo el voleibol bastante mal. Mientras seamos el único club de Menorca, lo veo mal porque si se nos acabara la Superliga no hay "caliu" ahora detrás. Parece que el trabajo que se hace en las escuelas, tal vez dentro de tres o cuatro años, puede llegar a dar los frutos pero ahora creo que es primordial mantener la Superliga y hacer un trabajo de base sino morirá de "finor".
¿Y el nuevo presidente?
Andreu ya llevaba unos tres años en el club, entre el cargo de gerente y colaborando con la directiva. Conoce el funcionamiento y aportará su idea propia, pero en lo básico creo que seguirá el mismo camino porque es el correcto. Como lo quiera cambiar lo tendrá mal. No hay muchos caminos. Si se mantiene la Superliga el club no morirá. El problema es que no hay más volei en Menorca.
También tiene otros hobbys.
Soy tan casero, que si no hiciera nada, estaría tirado en el sofá todo el día. Me gusta siempre hacer algo. El teatro ya era un hobby antes del voleibol, luego lo tuve que aparcar, y ahora vuelvo a disfrutar de él. Este año he participado en tres obras, y ya tenemos en mente algunas para el próximo año. No sé estar parado.
¿Esta dignificada la figura de directivo?
Recuerdo que en una reunión donde se discutía si se tenían que pagar tantos billetes para jugadores, que si dos para los técnicos, y este señor, decía que también se tenía que pagar dos para directivos. Decía que por muchos chicos que quieran jugar a volei, por muchos entrenadores que haya dispuestos a entrenar, si no hay directivos que hagan el trabajo para mantener los clubes, no habría nada. A los directivos se les tiene que reconocer su trabajo, dijo. Se les tiene que apoyar porque es una labor que está poco considerada.
¿Cómo quiere finalizar?
Me gustaría agradecer a todos mis compañeros directivos durante los 27 años que han estado conmigo, que me hayan aguantado y también el trabajo que han hecho conmigo porque lo hemos hecho juntos y también pido que los que entran ahora, quieran al club y al volei como lo he querido yo.