La Unión Deportiva Mahón ha tenido un protagonismo menor en todo el campeonato, alejado de la trepidante lucha por el título Regional pero ayer se erigió en juez del campeonato porque pudo haberle arrebatado al Ferreries una Liga que ya parecía suya.
El equipo de Joan Melià se plantó en Sant Bartomeu con un excelente entramado defensivo que le dio sus frutos incluso cuando se quedó con un jugador menos a los cinco minutos de la reanudación.
El Ferreries dependía de si mismo para alzarse con el triunfo final en la Liga más reñida de esta categoría Regional. Pero ya ha perdido esa ventaja que ahora obra en poder del CD Migjorn a una jornada del final.
Al conjunto de Pere Vadell quizás le traicionó un exceso de confianza, sabedor de su superioridad respecto a un rival que llegaba a Sant Bartomeu con cinco derrotas en los últimos seis partidos, y también le dio la espalda la fortuna en las ocasiones claras que logró crear.
Las oportunidades fueron locales pero su fútbol nunca encontró el ritmo suficiente como para sitiar a la meta unionista. Nil, en la primera parte, no pudo batir a Quintana en un cara a cara en la primera parte, y Tomeu Mir y Esteban tampoco acertaron ante la meta mahonésa en otras dos ocasiones bastante claras.
Jugando con un hombre más el Ferreries tampoco halló el camino hacia el gol y sus ataques desordenados murieron en la zaga unionista para desesperación de sus aficionados.