El triatleta de Es Mercadal, Juli Martí, logró un año más conservar el trono de rey menorquín de la prueba, al concluir en cuarta posición por delante de Paco Arnau, con un tiempo de 4:12:54 y teniendo en cuenta que ha hecho toda la competición con unas púas de erizo clavadas en el pie. "Creo que me he relajado en la parte de la natación, no tenía ninguna referencia y creo que podría haber dado más, aunque en la bicicleta lo he dado todo porque no sabía si podría correr por culpa de las púas del erizo de mar por lo que quería asegurar un buen parcial", asegura el de Es Mercadal.
Martí explica el incidente del erizo así: "He aprovechado un trozo plano cuando hemos empezado a nadar para correr y adelantar y ha sido cuando he notado un pinchazo. He pensado que era una roca pero luego, cuando he hecho la transición hacia la bicicleta he visto que eran púas".
¿Cómo le ha condicionado a lo largo de la competición? "He tenido dolor cada vez que intentaba apretar con la bicicleta, cuando me levantaba para pedalear, y luego corriendo ha sido muy duro porque sabía que Paco Arnau venía muy fuerte por detrás", apunta el triatleta que ha visto en Paco Arnau, quinto con 4:17:32 a su 'mayor enemigo'.
Cuestionado sobre si las heridas le han condicionado, Martí admite que "no sé qué hubiera pasado si no me llego a clavar las púas, si habría llegado a la tercera posición pero el que ha terminado segundo iba muy fuerte y no sé si habría alcanzado al tercero".
Martí ha desvelado que cuando ha llegado a meta ha "llorado, no he podido evitar que se me cayeran unas lágrimas pero no te sabría decir si eran de rabia por la herida o de emoción por mejorar por fin la quinta plaza, aunque la cuarta posición es una lástima, es la medalla de chocolate".