El pasado día 4, Martí Riera (Fornells, 1979) protagonizaba un episodio a priori de naturaleza individual que pretendía, en el fondo, adquirir un impacto social de carácter continuado. La travesía a nado del canal que une Menorca con Mallorca, a través del Cap d'Artrutx con el Cap des Freus, ha sido la culminación de un estudiado y metódico reto vital, un ejercicio de superación personal cuyo proceso trasladará en los próximos meses a auditorios de distinto perfil en colaboración con el Consell.
El deportista, aquejado de una lesión medular que le mantiene postrado en una silla de ruedas desde 2007, y la máxima institución insular han alcanzado un acuerdo de colaboración -hecho público por el conseller Miquel Company- por el que Riera divulgará en diferentes ámbitos locales el recorrido físico, anímico y mental que tras una década le ha permitido cubrir el trayecto de casi cuarenta kilómetros entre los dos puntos geográficos citados.