El horizonte competitivo del regatista menorquín Joan Cardona sitúa y delimita a escasas semanas su estreno en la clase Finn tras poner en abril el punto final a su ciclo en Láser Standard. El debut se dará por partida doble y en el mismo escenario, el espectacular lago Balatón de Hungría.
El joven mahonés, de diecinueve años, inaugurará su etapa en la nueva categoría en el Campeonato del Mundo sub-23 -denominado también 'Silver Cup'- que se celebrará del 18 al 27 de agosto. No habrá transcurrido una semana y el mayor lago de la Europa central -perteneciente a la cuenca del río Danubio- acogerá también el Mundial absoluto, del día primero al día 10 de septiembre, espacio de tiempo en el que se medirá a los mejores regatistas del planeta.
Cardona está de subidón anímico y, apenas tres semanas después de iniciar en Valencia su adaptación y preparación en la nueva clase olímpica, manifiesta convencido a «Es Diari» que «estoy muy contento y creo que he acertado dando el salto a esta embarcación». El regatista tiene claro que le queda «mucho trabajo por delante» en el estreno de una etapa que abre con el objetivo a largo plazo de poder competir por ganarse una plaza en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero que lo va a compensar «con un plus de ganas» que añadirá a su talento innato para la navegación.
Manu Fraga, director deportivo del Real Club Náutico de Palma, y Pedro Marí, uno de sus entrenadores, tenían claro desde hace un par de años que el futuro de Joan Cardona radicaba en esta clase, por sus condiciones físicas y técnicas, y al parecer la Real Federación Española de Vela también apostará por el prometedor futuro del menorquín. De hecho, el máximo organismo estatal ha cedido al integrante del RCN de Palma la única embarcación de la clase Finn de que dispone, un gesto que se interpreta como «una apuesta» de la RFEV por Joan Cardona.
La carrera por representar a España en esta clase en la capital de Japón parte de cero después de que el catalán Álex Muscat y el andaluz Pablo Guitián no clasificaran a España para la cita de Río de Janeiro el año pasado. El inicio del nuevo ciclo olímpico es optimista para el deportista insular, de quien Fraga ya manifestó que «es un deportista con mucha proyección» y que de realizar labor y progresión proyectadas «tiene opciones reales de participar en unas olimpiadas». Y aunque la cita de Tokio puede resultado excesivamente próxima, por su juventud Cardona «puede llegar bien preparado para el ciclo de 2024», con sede en París. De momento, el punto de partida del mahonés se fija en las aguas del lago húngaro de Balatón.