La menorquina Ana Capó, de Maó, es un ejemplo más de superación y un modelo a seguir, tanto en la vida en general, como en el deporte, en particular. Su vida cambió radicalmente hará unos cinco años, el año 2016. Talentosa jugadora de fútbol sala federado durante muchas temporadas en Menorca –la mayor parte de los años en el Club Futbol Favàritx, Unión y Menorca –, Capó sufría una lesión de suma gravedad. La veterana futbolista, en un entrenamiento más de su día a día, pisaba el balón con tanta mala suerte que su pie de apoyo se le giraba por completo, provocando una trimaleolar compleja (tibia, peroné y maleolares), añadiéndose un ‘Sudek', síndrome de dolor regional complejo (CRPS) que afecta a pies, piernas, brazos y manos. ¿Resultado? Capó padece a día de hoy una limitación funcional en el pie, el cual contempla una rigidez importante.
Incansable luchadora y dispuesta a ‘seguir viviendo', esta mahonesa se acaba de proclamar campeona de España de Parabádminton en su clase funcional SL4, en Cartagena. Tras jugar la final contra una jugadora de Xàtiva, Selenia Pla, perdiendo muy ajustado (21-18/22-20), ya en categoría de dobles mixto, con el asturiano Pablo Serrano (SU5) –miembro de la Selección Española en los Juegos Paralímpicos de Tokio – ganaron la final ante Simón Cruz y Selenia Pla, por un 21-10/21-11. Debut y finalista en individual y campeona de España en dobles para una Capó que al estrenarse, antes fue sometida a una clasificación para verificar su discapacidad física, protocolo habitual en el debut en parabádminton.
Capó, este martes en «Es Diari», mostraba su satisfacción de cómo le ha cambiado la vida, gracias al parabádminton y a este oro. «Muy feliz de este primer Nacional. He vivido experiencias irrepetibles, muy emocionantes y me llevo unos amigos impresionantes», exclamaba la insular.