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Regresa a Menorca un clásico de la vela

La Copa del Rey de Barcos de Época vuelve a la escena, en agosto, tras la suspensión del año anterior a causa de la covid

Un instante de la regata de 2019, última que se ha celebrado hasta la fecha

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En el Club Marítimo de Mahón (CMM) vuelven a sonreír. Tras más de un año en el que las competiciones se paralizaron retorna la ilusión con los preparativos para la disputa de la XVII edición de la Copa del Rey de Barcos de Época-Vela Clásica Menorca, regata patrocinada por Repsol y que supone el acontecimiento más importante que organiza anualmente la veterana entidad mahonesa.

Desde el 25 al 29 de agosto, después de que el año pasado la prueba fuera aplazada debido a la pandemia de covid, las aguas menorquinas volverán a acoger los mejores barcos de Época y Clásicos venidos de muchas partes del mundo. La flota, como es habitual, estará dividida en función de su antigüedad (barcos de época, clásicos y espíritu de tradición) y su aparejo (bermudiano o de cangreja).

Inscritos

De momento ya hay 12 embarcaciones inscritas, procedentes de ocho nacionalidades distintas, pero se espera que, con el paso de las semanas, el número se verá claramente ampliado. «La verdad es que preferimos la calidad a la cantidad», ha afirmado en ese sentido el director de la regata y gerente del Marítimo de Mahón, Nacho Marra-López. Hasta la fecha han anunciado su participación embarcaciones de gran renombre como el ‘Marigan' (1898), de Tim Liesenhoff; el Viola (1908), de Belkin Kostia; el Joanne (1948), de Félix Noguera, o el ‘Meerblick Classic' (1917), de Gaby Pohlmann.

«Aunque desde que se acabó el confinamiento hemos podido llevar a cabo entrenamientos y diversas pruebas de cruceros, vela ligera y piragüismo con fuertes medidas de seguridad sanitaria, lo cierto es que recuperar la Copa del Rey de Barcos de Época-Vela Clásica Menorca supone una gran alegría», explica Marra-López. «Se puede decir que volvemos a lo grande», ha precisado.

La disputa de la Copa del Rey de Barcos de Época supone, además, una importante inyección económica para Maó en unos momentos particularmente difíciles. «Se trata de un acontecimiento social y deportivo que reúne a mucha gente y del que la ciudad se beneficia», afirma el gerente del CMM.

El patrocinio de Repsol resulta un año más vital para la disputa de la afamada regata de vela. «Estamos muy agradecidos; sin ellos, no podríamos llevar a cabo la prueba», señala Marra López. «El año pasado convinimos que no era posible organizar la competición debido a la pandemia, pero este año, tras reunirnos otra vez, hemos conseguido su apoyo y, con toda la seguridad que nos exijan las autoridades sanitarias, esperamos volver a lo grande».

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