La 26ª edición de las prestigiosas 24 Hores de Catalunya 2021 de Motociclisme volvieron a hablar menorquín, gracias al gran papel protagonizado por el piloto de Maó residente en Barcelona, Jordi Cavaller, frente a un total de 33 equipos y cerca de 130 pilotos en el afamado Circuit de Barcelona-Catalunya. «Sufriendo y mucho», como el mismo Cavaller reconocía posteriormente en sus redes sociales, el insular se adjudicaba un más que merecido segundo puesto en la prueba de resistencia de Barcelona, en categoría Superstock 600, que regresaba este 2021. Miles de personas se dieron cita en el circuito y disfrutaron del espectáculo, con final feliz para Cavaller, un clásico ya de este certamen catalán, con diez participaciones.
El siete veces ganador de las 24H, el Kawasaki Català Aclam, fue uno de los reclamos de las 24 horas de competición, que la próxima temporada llegarán al cuarto de siglo de vida, después de tomar el relevo de las míticas 24 Hores de Montjuïc. Este 2021 ‘post' comienzo de la pandemia de la covid-19, el mahonés, por su parte, lograba repetir el éxito de la segunda plaza que ya lograba el año 2015. Después de que los flamantes campeones completaran seis vueltas más que el segundo clasificado, Cavaller y su equipo.
Cavaller, en su regreso a las carreras y tras sufrir de lo lindo para subirse a este merecido segundo escalón del podio, hablaba para este diario de su vivencia en la Ciudad Condal. «Personalmente llevaba demasiado tiempo parado pero lo di todo en Barcelona, con dolores en una mano, de la caída de Calafat, a finales del 2019. Pero he luchado de lo lindo», subrayaba el deportista de Maó, que antes de narrar su última aventura, avisaba que el próximo 2022, «queremos repetir pero primero debemos digerirlo y ya hablaremos, que en caliente todo el mundo siempre quiere correr». En cuanto al fin de semana, odisea la vivida por Cavaller y su equipo, ya que el camino se iniciaba con un positivo por covid-19 del integrante británico del grupo, fichando a último momento al joven portento, Xavi Molines. Y el primer día, la noruega Nadieh se quedaba sin frenos y estrellaba la moto, reparándola para el sábado. Otro contratiempo, con el radiador suplementario que perdía líquido, lo que obligó a parar más de 20 minutos. Reaccionó Cavaller, remontando puestos hasta ponerse segundos, hasta el siguiente problema mecánico; ahora de bobina de una bujía. Tocaba reaccionar de nuevo tras perder tiempo, para atar el flamante segundo puesto, en un gran trabajo de equipo y mecánico.
Con nueva escudería
Tras finalizar quinto en las dos ediciones anteriores del 2018 y 2019 de las 24 Hores de Catalunya, Cavaller esta temporada ha estrenado nuevo equipo, gracias al Team Basomba Racing-Sempre Mella. El mismo piloto explica cómo la escudería le hizo la propuesta, con una Yamaha R6, «una moto más alegre, más potente y más radical que las Honda CBR 600 de mi equipo antiguo, el Dream RT Martí Motos, que era una segunda opción si pero ya eran siete años con Honda», señalaba Cavaller, viendo como, «siguiendo en Stock 600, es más económico y menos cansado, que ya tenemos una edad», cerraba, entre bromas.