El idilio entre World Padel Tour y la Isla, que empezó en 2019 y que de modo contractual terminó el pasado fin de semana, con la celebración de la cuarta edición del Estrella Damm Menorca Open, podría prolongarse un año más, hasta 2023, según confirma a este diario Toni Capó, gerente de Biosport Menorca (empresa que, junto con el Consell y la Fundació Foment del Turisme de Menorca, consiguió captar el circuito para la Isla, y forma parte de la estructura institucional del evento).
El acuerdo suscrito entre Menorca (Biosport y Administración) y World Padel Tour en 2019 fue de una duración cuatrienal (además de los cuatro ‘open', el trato posibilitó que también el Master Final de 2020 se celebrara en la Isla, a razón de unos 240.000 euros por torneo), por lo que ha agotado ahora, en 2022.
Sin embargo, las dos partes, satisfechas por el desarrollo de la relación, puesto que en la Isla se ha conseguido atraer una competición deportiva de relieve mundial que entra dentro del considerado binomio deporte-turismo, con el añadido de que la eclosión de Gemma Triay ha concedido mayor impacto si cabe a la misma, que además ha contado con una considerable respuesta a nivel social y de público, y World Padel Tour ha dado con un enclave que responde a todas las necesidades que, en todos los sentidos, reclama una sede para ejercer como tal (de lo contrario, sería imposible dar comprensión a la elección de Menorca para acoger el Master Final 2020, al margen de los cuatro torneos), ya han iniciado los contactos, que se han intensificado durante el torneo celebrado en Maó, para prorrogar la vinculación un año más.
En ese orden, las negociaciones, que en los próximos días deben cristalizar en una u otra dirección, se limitan a la temporada 2023, en lugar de abarcar un planteamiento cuatrienal como el anterior. El motivo, que el contrato de las jugadoras y los jugadores con World Padel Tour termina el año próximo, 2023, y el horizonte que vaya a dibujarse más allá de esos doce meses es incierto, dada la aparición de un nuevo circuito internacional, sustentado con capital proveniente del Golfo Pérsico, el Premier Padel, que ofrece premios sustanciales, pero que a su vez amenaza con generar un cisma de primer orden en el pádel mundial (como se ha producido en otros deportes, con el golf como paradigma más reciente).
La réplica de World Padel Tour a eso se produjo en la Isla, hace siete días, el martes de la semana anterior, cuando Ramón Agenjo, presidente de World Padel Tour (WPT), y el extenista Alex Corretja, adjunto a la presidencia, el circuito hizo una propuesta al gremio de jugadores, que también incluye una mejora importante en premios y emolumentos, además de aumentar el número de torneos y acabar con la exclusividad, entre otras novedades.
Todo eso queda al margen de la negociación entre la Isla y World Padel Tour, pero que afecta a la misma desde el momento en que la acota a un solo año. Por tanto, que la unión entre Menorca y el circuito que actualmente acapara la totalidad de ‘tops' del mundo sobreviva más allá de 2023 en caso de que las negociaciones para ello cristalicen, obviamente depende del éxito que tenga WPT en resolver sus divergencias con los deportistas. Al respecto, en la Isla no contemplan bajo ningún concepto adherirse al otro circuito, Premier Padel, por lo que la futura presencia en Maó de las y los mejores palistas del mundo tendría dependencia directa con el desenlace del conflicto entre WPT y los deportistas.
El gerente de Biosport Menorca, Toni Capó, así lo confirma. «Nuestro acuerdo es con World Padel Tour, no negociaremos con otro circuito, pero la verdad es que no se sabe lo que sucederá más allá de 2023», indica el ejecutivo de la firma dedicada a la gestión y organización de eventos deportivos.
Y vertebra su posición con diversos argumentos. «En pleno siglo XXI, nosotros no vamos a plantearnos formar parte de un circuito o competición que no incluya a la mujer; desde Biosport damos mucha presencia a la mujer, en cualquier prueba o evento, no tendría sentido posicionarnos con un proyecto contrario a eso», inicia Capó, que enumera también que «en plena pandemia, en 2020, World Padel Tour no canceló el circuito y siempre ha cumplido sus acuerdos; a ver si los otros son capaces de hacerlo». Y, precisa Capó, que «aumentar los premios supone un aumento también en el precio de las entradas y de todo, eso también debe tenerse en cuenta».
En breve
El gerente de Biosport Menorca confirma que en breve se reunirá con los máximos responsables de WPT para abordar el posible acuerdo para la Isla de cara a 2023, y por último, se muestra «satisfecho» de la experiencia que ha significado el poder disfrutar del circuito en la Isla durante el último cuatrienio.
«La intención de las dos partes es seguir juntos un año más, siempre con el consenso de la sociedad menorquina, lo cierto es que tuvimos la suerte, en 2018, de ‘verla venir' y estamos satisfechos con la respuesta de la gente. El circuito, ahora, es mucho más de lo que era hace cuatro años, ha tenido una gran evolución, y en ese sentido, supimos avanzarnos; hay sinergia con la organización, a ver si podemos seguir en 2023», concluye Toni Capó. Menorca y World Padel Tour, ¿idilio también para 2023?