Relajado tras unos días de descanso, aprovechando la Navidad en casa y juntos a los suyos, Izan Guevara Bonnín (Palma, 2004) pasa revista a los primeros meses de una pretemporada que encara su tramo decisivo antes de que el 26 de marzo, en Portimao, se vuelva a poner el semáforo en verde. Con galones de campeón del mundo, el piloto palmesano será uno de los grandes animadores de Moto2, donde intentará seguir creciendo de la mano del Aspar Team, aprender y dar otro paso al frente en su fulgurante carrera en el universo del motociclismo, donde todos le sitúan como un referente de futuro.
—Se lo han preguntado muchas veces, pero ya en frío y con la perspectiva del tiempo. ¿Es consciente de la trascendencia que lleva consigo lo que consiguió el pasado año, de ser campeón del mundo de Moto3?
—Lo soy, pero a la vez no. Tengo una sensación rara cuando lo pienso. Eres campeón del mundo, sí, pero lo veo todo normal, como siempre. Mi vida cotidiana no ha cambiado mucho. Es verdad que la gente me conoce y me para mucho más por la calle, tengo más eventos, más atención a los medios de comunicación, reconocimientos... Un poco de todo. Y lo agradezco. Sé que ser campeón del mundo son palabras mayores, pero cuando lo eres, en mi caso, no lo sientes tanto como pueda parecer. Mi vida sigue siendo igual, aunque con la felicidad de haber conseguido algo muy grande.
—Y de todas las felicitaciones recibidas durante estas semanas, ¿hay alguna que le haya llamado más la atención o sorprendido?
—A estas alturas, pocas felicitaciones llegan, todas se han dado ya. Sí que es verdad que las primeras semanas, y después de Australia, fue una locura. Las agradezco, todas y cada una, pero ahora mismo no sabría cuál decirte... Pero fueron muchísimas, una pasada la verdad.
—Los inviernos son largos para los pilotos. ¿Lo está siendo especialmente el actual?
—Este año (2023) empezamos más tarde que el pasado, así que por el momento vamos preparando la temporada poco a poco, planificando la puesta a punto con el margen que nos da el calendario. Es verdad que hace más de un mes que acabaron los entrenamientos y nos quedan dos meses para arrancar. Con calma y disfrutando. No hay prisa, porque lo que quiero es llegar bien y en eso estamos. Mientras, entreno en Llucmajor, voy a otros circuitos también, hago algún test... Con tranquilidad.
—Tras sus primeros entrenamientos, ¿cómo explicaría las diferencias entre la nueva Moto2 y la máquina del pasado año?
—En tema potencia creo que es donde está el cambio más brusco. Se nota mucho. Pero también el capítulo de los neumáticos es diferente. Y es el que más me ha sorprendido desde mi primera impresión en los entrenamientos. Antes, salías con la Moto3 y desde la primera vuelta podías ir al 100%. Con la Moto2, este neumático nuevo cuesta que coja grip. Puedes salir rápido, claro, pero así como en Moto3 puedes hacer récords de vuelta o buenos tiempos enseguida, aquí hasta la vuelta tres o cuatro no puedes conseguirlo. Hay que entender los neumáticos, pues son muy diferentes. Pero es cuestión de tiempo y horas de trabajo.
—Ya se le mira con otro rasero, con lupa. ¿Cree que a partir de ahora va a tener una presión extra por su trayectoria?
—Yo no me suelo meter presión, no me meto presión, de hecho. La pasada temporada, por ejemplo, me jugaba el Mundial y la verdad es que no la tenía, o no la sentía. Es verdad que en Australia llegó el momento de la verdad y había que exigirse cosas. Pero todo el año estuve tranquilo, disfrutaba, el equipo me arropaba en todo momento, marcándome el camino, y por eso estoy contento de seguir con el Aspar Team, porque siempre han confiado en mí y en mis posibilidades. La gente va a esperar mucho de mí, evidentemente, porque soy el campeón del mundo de Moto3. Pero yo estoy tranquilo, voy a aprender. Es mi primer año y no se pueden hacer milagros. En función de mi confianza y mi evolución con la moto, se verán los resultados. Tenemos margen de crecimiento y mejora.
—¿Qué le transmiten desde el equipo tanto Jorge Martínez ‘Aspar' como Nico Terol tras esos primeros tests?
—Hicimos un test en Valencia tres semanas después de acabar el Mundial. Fueron tres días en los que el tiempo no fue bueno, hizo mucho viento. No ayudó nada. Pero la adaptación fue inmediata, empecé a rodar rápido y los resultados que vimos fueron buenos. Las sensaciones son positivas y eso es lo que me transmiten, que vamos por el buen camino. Pero es eso, una primera toma de contacto, aunque lo positivo es que fue buena, aunque nos quedan muchas horas de pruebas y entrenamientos a lo largo de la pretemporada y habrá que pulir detalles de la moto y del pilotaje. Y tengo muchas ganas, como antes decíamos, se hace largo el invierno y la ilusión por volver a competir cada vez es mayor.
—¿Quiénes piensa que pueden ser los rivales más a tener en cuenta en Moto2 durante 2023?
—Este año en Moto2 hay una parrilla muy buena, interesante. Creo que hace tiempo que no se veía. Subimos de 'rookies' Sergio (García), Foggia o yo, que hemos sido los tres primeros de Moto3 el pasado curso. Eso hará todavía más interesante la lucha por ser el mejor debutante. Pero también de cara al Mundial vemos a Pedro Acosta, Alonso López, Ai Ogura, que fue subcampeón, Aron Canet... Va ser interesante para los aficionados y dará mucho que hablar, seguro.
—Hace unas semanas se sacó el carné de conducir. Por curiosidad, ¿qué impone más respeto, conducir por carretera o ciudad o pilotar una moto durante un Gran Premio?
—Circular por la carretera, sin duda (risas). Y lo digo porque, al final, es algo que no depende de tí, sino de los movimientos de la gente. En un circuito tienes más espacio, y si vas primero, no tienes a nadie ni por delante ni a los lados. He aprendido que circular, además, requiere de todos los sentidos y prudencia. Y, además, es una buena forma de poner a prueba y trabajar tus reflejos. Además, me encanta conducir.
—Pilotos como usted son el presente, pero ¿a quién observa como referente de futuro o que pueda recoger su testigo en Moto3?
—También vamos a tener una lucha bonita en Moto3. Tenemos a veteranos como Jaume Masiá, Suzuki, Sasaki... También llegan bien preparados los jóvenes, con un David Muñoz muy fuerte, a Moreira, Holgado, Ortolá... Pueden dar mucho que hablar y ofrecernos buenas carreras. Y también los que suben, como David Alonso. Son jóvenes con potencial, pero se verá cuando arranque la temporada, pues siempre aparecerá alguno por ahí con el que nadie cuenta.
—Y en MotoGP, ¿qué panorama observa para los meses que se avecinan?
—Siempre tendremos por ahí a Marc Márquez. Las Ducati están, o al menos la última temporada, un paso por encima de los demás. Veremos cómo evolucionan las otras marcas. Fabio Quartararo tiene potencial y experiencia, pero veremos qué tal va la Yamaha, porque se ha hablado mucho. Y de (Marc) Márquez, pues nunca hay que dejarle de lado. Es verdad que viene de unos años malos por las lesiones, pero confío en él. Es mi ídolo y creo que lo puede hacer bien. ¿Ducati? Vamos a ver cómo están, pero vamos a tener una temporada interesante, para los aficionados y para los que estamos en el Mundial.
—Calendario nuevo, con circuitos que se añaden y debutan en el Campeonato del Mundo. ¿Qué referencias tiene?
—Sí, sí. Nos añaden dos circuitos nuevos este año, es un calendario diferentes (Kazajistán e India), pues empezamos en Portugal, luego vamos a Argentina y Austin... Ahora Catar será más tarde... Habrá una gira asiática más larga de lo habitual... Es lo que hay y vamos a disfrutarlo, aunque tanto de los circuitos de Kazajistán como de India no tengo referencias. Serán nuevos para todos y antes de ir lo analizaremos bien y prepararemos los Grandes Premios a fondo con más información en nuestras manos.
—¿Qué le pide Izan Guevara al año que acaba de arrancar?
—Con que sea igual que el 2022, me conformo (risas). ¡Ojalá! Pero siendo realistas, ser 'Rookie del Año' es el primer objetivo en lo deportivo. A partir de ahí, lo que venga, bienvenido será y a la vez será la muestra de que haremos las cosas bien.
—Además, otro Campeonato del Mundo con acento balear, y mallorquín para ser más concretos.
—Volvemos a estar los mismos pilotos del año pasado. Y encima somos protagonistas, como el año pasado. A ver si se pueden repetir los resultados, o al menos que podamos estar delante y dejar el nombre de Mallorca lo más alto posible.