Con pantalón pirata y camiseta sin mangas Rafael Nadal levantaba el Conde de Godó de 2005 y al día siguiente accedía por primera vez al 'top ten' del ránking ATP el 25 de abril de 2005. Han tenido que pasar 17 años, 10 meses y 24 días para ver al mallorquín fuera de las diez primeras posiciones de la clasificación mundial, donde este lunes aparece en la posición 13 rompiéndose así el récord más duradero de presencia entre los mejores del planeta tenis. Sin duda, una espectacular trayectoria de regularidad entre la excelencia que deja el listón muy alto para las nuevas generaciones.
La lesión que le dejó fuera de combate el pasado Abierto de Australia puso en jaque la mayor racha que jamás un tenista había protagonizado en el 'top ten' de la ATP. No sólo no podía defender el título en el primer grande de la temporada sino que también comprometía los puntos de su victoria en Acapulco y su final en el Masters 1000 de Indian Wells. Una vez que se han descontado de forma oficial los puntos de su casillero ha caído cuatro posiciones respecto a la anterior actualización y Rafael Nadal ha pasado de ocupar la novena a la decimotercera plaza de un ránking que vuelve a liderar Carlos Alcaraz tras su victoria sobre Daniil Medvedev en el desierto californiano.
Nadal, que ha retomado los entrenamientos tras ir cumpliendo los plazos de su lesión en el psoas ilíaco, ha dejado el récord de semanas consecutivas en el 'top ten' en 912 semanas y se queda donde se queda con 2.725 puntos. Todo apunta que el mallorquín estará en condiciones de reaparecer en la temporada de tierra batida que arranca en Montecarlo y tendrá por delante un notable margen de mejora antes de llegar a Roland Garros, ya que el año pasado no pisó la arcilla monegasca y tampoco disputó el Conde de Godó. Podrá engordar su casillero tanto en el Principado como en Barcelona y también podría hacerlo en los Masters 1000 de Madrid y Roma, donde defiende los cuartos y los octavos de final respectivamente.
Aunque el ránking no figura entre las prioridades de Rafael Nadal, lo cierto es que la clasificación mundial marca el camino de los jugadores en cada torneo y el mallorquín necesita escalar posiciones para encontrar cruces más favorables, en especial, de cara a su gran objetivo: Roland Garros. En los próximos eventos podrá avanzar para tener un camino algo más despejado hasta las rondas finales del segundo grande de la temporada en la que se coronó el año pasado y en el que volverá a defender 2.000 puntos.