A sus 20 años, y tras su flamante triunfo en Wimbledon, Carlos Alcaraz (5 de mayo de 2003) está ‘copiando' el palmarés de Rafael Nadal (3 de junio de 1986). A esta edad ambos cuentan con dos Grand Slam. Alcaraz se estrenó en el US Open 2022 y sumó el domingo su segundo ‘grande', mientras que el ‘manacorí', a sus cuatro lustros recién cumplidos, ya atesoraba sus dos primeros Roland Garros tras vencer en las finales de 2005 a Mariano Puerta y en la de 2006 a Roger Federer.
De este paralelismo, destaca que entre los dos ya han ganado tres de los cuatro ‘grandes' y que Alcaraz aún no haya vencido en la tierra de París y sí lo haya hecho sobre la pista dura de Flushing Meadows y la hierba londinense.
Salvo raras excepciones, los tenistas españoles tienen en la tierra batida su superficie favorita. Nadal es el máximo exponente de ello y ha sido no sólo el gran dominador de esta superficie durante casi 20 años, sino que ha sido el mejor de la historia. Con el tiempo, el ganador de 22 Grand Slams fue capaz de brillar en todas las superficies. La tierra sí les une a ambos en el hecho de que ambos lograron su primer título profesional en esta superficie. Nadal levantó el trofeo de Sopot en 2004 y Alcaraz venció en Umag en 2021, un torneo en el que otro mallorquín, Carlos Moyà, lo conquistó en cinco ocasiones.
Con el capítulo de Grand Slams igualados, el siguiente escalón es el de los Masters 1000. Ahí la balanza se inclina en favor del tenista mallorquín por 6 a 4. Nadal logró en una histórica sesión en 2005 nada más y nada menos que 11 títulos, entre ellos los Masters 1000 de Monte Carlo, Roma, Canadá y Madrid y al año siguiente repetía en la capital monegasca y en la Ciudad Eterna. Por su parte, Alcaraz venció en 2022 Miami y Madrid y este año ha repetido en la capital de España y fue también el mejor en Indian Wells.
En cuanto a los torneos totales, Nadal acumulaba tras Wimbledon de 2006 17 torneos, mientras que Alcaraz suma 12. No sólo en títulos existen evidentes parecidos entre ambos.
En un apartado tan negativo como el de las lesiones también tienen similitudes. En 2003 no pudo debutar en Roland Garros por una fisura en el codo. Y tampoco en 2004 porque durante la disputa del Open de Estoril comenzó su calvario del pie izquierdo y la dolencia de Müller-Weiss. En 2005, su año más exitoso, acabó renunciando por sus problemas en ese pie al Masters 1000 de París y la Copa de Maestros de Shangai, mientras que en 2006 fue el hombro el que le dio problemas antes de Wimbledon, aunque logró llegar a la final. Alcaraz tampoco se ha visto librado de problemas físicos. Sufrió un desgarro abdominal ante Rune en el Masters de Paris Bercy. que le impidió estar en la ATP Finals de Turín y en la F8 de la Davis en Marbella. Y cuando ya apuraba su preparación para comenzar 2023 en Australia padeció otra lesión en el músculo semimembranoso de la pierna derecha. Reapareció tres meses y medio después en el ATP 250 de Buenos Aires, torneo que ganó. La semana siguiente, en la final del ATP 500 de Río de Janeiro, en Brasil, se resintió de las molestias en su muslo derecho. El último capítulo fueron los calambres en las semifinales de Roland Garros ante Djokovic.