Sin grandes problemas ni contratiempos, Carlos Alcaraz se sacó este jueves el billete para la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos con una victoria en tres sets frente al sudafricano Lloyd Harris.
El vigente campeón del 'grande' neoyorquino y número uno de la ATP (perderá este puesto pase lo que pase en este torneo en favor del serbio Novak Djokovic) doblegó a Harris, que ocupa la posición 177 del mundo, por 6-3, 6-1 y 7-6(4) en dos horas y 28 minutos.
Con Djokovic (2) como gran amenaza por el otro lado del cuadro (solo se verían en la final), Alcaraz ha empezado la defensa de su título de manera apacible. Salvo en el último set, Harris apenas opuso resistencia esta noche y el alemán Dominik Koepfer (75), su contrincante en la primera ronda, se retiró por lesión en la segunda manga tras torcerse el tobillo en el primer juego del partido.
Las curvas para el murciano empezarán probablemente en la siguiente ronda con su partido frente al británico Daniel Evans. Número 26 del mundo, Evans, que este jueves ganó al neerlandés Botic van de Zandschulp (65), ha perdido sus dos encuentros hasta ahora contra Alcaraz: en dieciseisavos de final de Viena en 2021 y en las semifinales del Conde de Godó este mismo año.
El duelo contra Evans exigirá que Alcaraz tenga que meter una marcha más a su tenis, especialmente ante los 'ogros' que podrían aparecer después en su camino a la final: el británico Cameron Norrie (16) en octavos, el italiano Jannik Sinner (6) en cuartos y el ruso Daniil Medvedev (3) en semifinales.
Frente a Alcaraz aparecía esta noche Harris, un espigado tenista (1,93 de altura) que llegó en 2021 hasta los cuartos de final del Abierto de EE.UU. y que en 2022 tuvo que pasar por el quirófano para solucionar una lesión de muñeca, lo que le dejó seis meses sin competir.
El sudafricano no se había enfrentado nunca a Alcaraz -aunque sí había entrenado con él en varias ocasiones- pero no tardó en descubrir la presión de medirse con el murciano en Nueva York ya que tardó nueve largos minutos en asegurar su primer servicio.
Tampoco Alcaraz entró especialmente fino al partido puesto que tuvo que salvar dos bolas de 'break' en su primer turno al saque. Pasadas algunas imprecisiones iniciales, el de El Palmar se asentó en la pista, empezó a dominar a Harris y sacó destellos de su habitual catálogo de maravillas (derechas, dejadas, globos...).
Alcaraz rompió el saque de Harris (3-2), que en más de una ocasión dejó escapar una sonrisa de resignación ante lo que le venía del otro lado de la red, y cerró la primera manga en 44 minutos gracias a un nuevo 'break' tras doble falta de su rival.
La segunda manga siguió un guion similar. El español comenzó con algunas dudas, sobre todo en un par de subidas a la red, pero en cuanto lo necesitó apretó el acelerador para desarmar a su rival por completo. De este modo, Alcaraz solo concedió un juego en ese fantástico segundo set y dejó detalles mágicos para una grada del Arthur Ashe Stadium encantada con el joven de 20 años.
En el tercer set, Harris subió claramente el nivel y llegó a ponerse con 2-4 a su favor después de que Alcaraz perdiera su saque tras una doble falta. Pero el murciano devolvió el 'break' a continuación, frenó el ímpetu de un Harris que se creció por momentos y, aunque tuvo que esperar al 'tie break', selló el triunfo en tres sets.
Nada más acabar el encuentro, Alcaraz aseguró sobre la pista que ganar en tres sets «es realmente importante en las primeras rondas» y se quedó con el gran nivel que mostró en la segunda manga. «Hice un muy buen segundo set, sin muchos errores, jugando mi juego», resumió un Alcaraz que insistió en que siempre intenta «disfrutar» sobre la pista y «entretener» a los espectadores de Nueva York.