El piloto neerlandés Max Verstappen (Red Bull) se impuso este domingo en el Gran Premio de Catar para celebrar el tercer título de campeón del mundo que abrochó el sábado, una dura cita a tres paradas en la que el español Fernando Alonso (Aston Martin) fue sexto, mientras que Carlos Sainz (Ferrari) no tomó la salida.
Verstappen no tuvo rival desde la pole. Por detrás, los mejores volvieron a ser los McLaren, con Oscar Piastri y Lando Norris ocupando el podio. Con la estrategia de las tres paradas, mucho calor y unos neumáticos que sufrieron de lo lindo como los piltos, Alonso maximizó sus opciones para ser sexto, mientras que Sainz se quedó sin competir por un problema en el sistema de combustible.
Para Ferrari no fue del todo mal la 17ª prueba del calendario gracias al choque de los dos Mercedes en la primera curva. Lewis Hamilton se intentó meter por donde no había sitio y terminó su carrera ahí, perjudicando también la de un George Russell que remontó hasta la cuarta posición, por delante de Charles Leclerc, en la lucha con la Scuderia por el segundo puesto de Constructores.
El sábado sentenció el Mundial y también adelantó la que se venía. Lusail exprimió a los pilotos en un trazado que no dio un segundo de respiro, resbaladizo con su nuevo asfalto y con neumáticos en degradación, con un calor que hizo a más de uno levantarse la visera. Verstappen fue campeón en el sprint y el domingo ganó su 14ª carrera de 17, con la pole y la vuelta rápida.
Al de Red Bull nadie le pudo seguir, ni tras el coche de seguridad con el fiasco de Mercedes. Por detrás y pese a las paradas, McLaren confirmó su paso al frente volviendo a subir sus dos coches al podio como hicieron en Japón. Mientras, Russell salvó la papeleta de Mercedes, con un gran cuarto puesto gestionando las 18 vueltas que tenían que cumplir cada juego de neumáticos.
Sin los Mercedes parecía que Alonso podía apuntar al podio, pero la realidad fue bien distinta. Eso sí, la retirada de Hamilton, quien reconoció su culpabilidad en el choque con su compañero después de ver las repeticiones, abrió la puerta al podio del Mundial a Alonso, pero el asturiano tuvo una carrera muy compleja, en la que llegó a pedir un jarro de agua sobre el asiento.
Ni la estrategia ni buenas paradas permitieron al doble campeón del mundo mejorar una sexta posición que pudo ver comprometida con una salida de pista en las últimas vueltas. La malas pasadas en los neumáticos, sanciones por salirse del trazado, marcaron una carrera con mucho desgaste también en los pilotos, con la imagen de Logan Sargeant (Williams) abandonando por no tener fuerzas.
El quinto puesto de Leclerc fue lo que sacó Ferrari, añadiendo otro fin de semana para olvidar por los problemas que surgieron en el coche de Sainz. El madrileño se quedó sin competir por una fuga de combustible que la Scuderia no pudo solucionar a tiempo.