Dos complejas travesías en sus apenas 15 días que estará en Sudamérica– del 4 al 18 de febrero próximos– es el nuevo desafío de una incansable Tita Llorens en el agua y sin traje de neopreno. Tras haber logrado el pasado mes de febrero el Río de la Plata de Argentina, a la ciutadellenca le faltaría completar la travesía de Leme to Portal, en Río de Janeiro (Brasil) y la de Puerto Blest en Bariloche (Argentina)– de 36 y 21 kilómetros, respectivamente–, para hacerse con la prestigiosa Triple Corona Sudamericana en aguas abiertas. El reto de hacerlas a la vez y en apenas 15 días es el desafío al que se enfrenta Llorens, consciente que si bien, «no son muy complicadas, es lo que más nos preocupa quizás a mi equipo y a mí».
En Brasil, en los 36 kilómetros, nadará en unas aguas que rondarán los 20-25 grados variantes. «Ahora está a unos 18 pero queda un mes, más o menos. En cambio en la travesía de Bariloche, son aguas que vienen del glaciar, por lo que estará especialmente fría, entre 11 y 16 grados me comentan», explica, entre risas y mucho respeto, la insular. «Firmo ahora mismo a 14-15 grados, la haría no tranquilamente creo pero me veo capacitada para hacerlo». Todo ello tras una intensa preparación nuevamente a la que se ha visto sometida Llorens, nadando diez horas a 14 grados en Vigo.
«Bariloche es dulce el agua y cuesta algo más. Y la de Río de Janeiro, al estar en el Atlántico, va a depender de las mareas», cuenta, con su ventana del 6 al 9 de febrero. «Un día debe estar bien para hacerla y luego, hacia Argentina, para hacerla entre el 12 y 16», nos detalla.
Intensa preparación
Llorens combina mar y piscina, unos 45kms semanales que irá subiendo, hasta los 55kms en enero. ¿Dificultades? «Recordando que nado sin neopreno, en Bariloche, sin duda, las temperaturas; en Río de Janeiro será muy diferente para mí, saliendo de noche». Además, estará pendiente del oleaje, «ya que a veces según el tipo, me mareo bastante, si me viene de rebote. La máxima preocupación sería esta sin duda, nadar cerca de la costa, en un sitio desconocido y de noche», nos detalla Llorens, muy pendiente del tiempo y que pueda hacer las dos travesías, «por lo que nos cuesta todo y un viaje tan largo».