Campeonas de Europa. Hito histórico de la Selección Española femenina de fútbol americano, que venció el lunes a Gran Bretaña (21-16) y alcanzó por primera vez la gloria continental. Y una de las artífices de esta gesta sin precedentes para el deporte español habla menorquín, Ruth Álvarez Moll (Ciutadella, 20 años), estudiante de CAFE, en Barcelona.
La insular, que ha sido por primera vez convocada por la Selección Española femenina de fútbol americano –ganó en su estreno a Alemania (8-6)–, juega con las Barcelona Búfals absoluto, en la Liga Nacional 7x7, ya que no hay ninguna liga femenina 11x11 en España, cuando en los otros países sí se juega con once. Con las Búfals, la ciutadellenca ha acabado la fase regular liguera segunda de la Conferencia Este y en dos semanas jugarán un partido de ‘Wildcard' para poder pasar a semifinales.
«Ganar el Campeonato de Europa es historia para España, ya que no lo había conseguido antes ni la selección masculina ni el júnior», exclamaba la ciutadellenca a «Es Diari», en referencia a un campeonato que, al ser en formato de liga, ha durado dos temporadas. «Es por eso que a medida que iban pasando los partidos nos íbamos viendo cada vez más capaces de ganar. El último partido previo al Europeo que se había disputado fue un amistoso en 2019 y por eso, las otras selecciones no tenían mucha información sobre nosotras», explicaba Álvarez, ya en Barcelona. «Al empezar el campeonato casi nadie confiaba en nuestro equipo, ya que otras selecciones como Finlandia o Gran Bretaña tienen mucha más historia y habían participado en el anterior Mundial», abundaba feliz y orgullosa.
En pleno análisis del éxito europeo logrado por España, incidía la ciutadellenca en que «otro aspecto que teníamos en contra era el tamaño; las jugadoras británicas eran mucho más grandes y pesadas pero nosotras conseguimos adaptar el juego y ganarles por velocidad y en este partido en concreto, a la hora de prepararlo, sabíamos la presión que teníamos y a lo que nos enfrentábamos, que ya habíamos dejado de ser ‘underdogs'», relata la menorquina, para la que, a primeras de cambio ser campeona de Europa, es vivir un sueño. «Creo que llevo muy poco en este deporte y que a medida que pase el tiempo le daré más valor del que ya le estoy dando a esta victoria porque todavía no soy consciente de todo lo que supone».
Ruth Álvarez, que el lunes regresó a su vida cotidiana de estudiante insular en Barcelona, habló del futuro inminente como ‘Outside Linebacker' con España. «Primero, jugar el último partido del Campeonato de Europa en Suecia, el 25 de mayo, y acabar con un buen sabor de boca. Luego, empezando a soñar, el Campeonato del Mundo de 2026. Me haría mucha ilusión poder medirnos contra Estados Unidos o México, países en los que hay mucho nivel porque el ‘football' es más conocido y practicado», detalla Álvarez, que opina que aquí el fútbol americano, a nivel individual, «tiene jugadoras muy buenas y deberíamos mejorar el nivel y condiciones de las competiciones para que puedan quedarse y progresar sin tener que irse otros países».
Dicho esto, de momento, el sueño de ser profesional, «queda bastante lejos. Muy pocos hombres viven del ‘football' en España y ninguna mujer todavía. Estoy estudiando Ciencias del Deporte y tengo claro que quiero dedicarme al deporte de competición, si no puede ser como atleta, será como parte del ‘staff'», avanza Álvarez, que se define como jugadora. «Como jugadora no soy la más pesada pero tengo potencia y agilidad y entiendo el juego. Al final, en este deporte es muy importante el físico pero también la cabeza, ya que es de los deportes más estratégicos que existen, aunque desde fuera no lo pueda parecer» analiza. Una Álvarez que también es atleta de ‘Streetlifting, donde incluso participó en el Mundial del 2023, compaginando ambos deportes, de momento, desde el 2022.
El apunte
«Hay que luchar por lo que nos merecemos»
La ciutadellenca quiso aprovechar este diario para clamar por la desigualdad de sexos en el deporte, en general. «Debemos luchar por lo que merecemos. Para las generaciones anteriores esto era impensable y para las próximas generaciones esto será ridículo», exclama, Álvarez. «Considero que tenemos que remar todas en la misma dirección, dejar a un lado los egos y apoyarnos tanto en nuestras compañeras de otros deportes como en nuestros equipos masculinos más avanzados porque aunque a veces nos cierren puertas, otras veces nos facilitan el camino», decía, ya desde Barcelona, la insular.