Después de 841 días, Ari Sánchez y Paula Josemaría abdicaron del trono del pádel femenino mundial para dar paso a una pareja emergente y fresca: Gemma Triay y Delfi Brea.
La menorquina y la argentina se llevaron la final (7-6 y 6-4) del P1 Costa Daurada de Tarragona contra el tándem que hasta ahora había dominado el circuito con puño de hierro para así alzar su sexto entorchado del año y pasar a ser la pareja número uno del mundo.
De este modo, Gemma Triay consigue su gran objetivo del año al ser al mismo tiempo tanto la número uno del ranking individual como la número uno del ranking por parejas. A su vez, su compañera Delfi Brea devuelve a Argentina a lo más alto, ya que llevaba trece años, desde Ceci Reiter, sin tener a una jugadora en la pareja número uno del ranking mundial femenino.
Momentos clave
El partido fue bastante sufrido para las naturales de Alaior y Buenos Aires. Se llevaron la primera manga salvando una situación crítica al neutralizar la bola de set de Ari Sánchez y Paula Josemaría, colocando de esa manera el 5-5 en el marcador.
En el momento del tie break, Triay demostró por qué es la mejor en los momentos difíciles, disfrutando de un momento dulce en el smash que servía para adjudicarse el primer set.
En el segundo, la menorquina y su compañera tuvieron alguna oportunidad de rotura que no acabaron de materializar. En la alternativa, Triay tuvo que sacar a relucir su volea para salvar la bola de break primero y llevarse el juego luego (3-2).
Poco después vencerían el juego al resto, sirviendo para ganar el campeonato. No obstante, sus rivales demostraron por qué eran las número uno hasta ahora, resistiendo e incluso volviendo del break abajo.
Pero con la oportunidad de llevarse el título al juego siguiente, Triay y Brea no la desaprovechaban y conseguían un hito que ya forma parte de la historia del pádel tras dos horas de partido.
El trabajo no garantiza nada
«Primero de todo, quiero felicitar a Delfi. Creo que vinimos de Málaga, de jugar regular, de su lesión, de retirarnos de un torneo... No es fácil cuando aparecen las lesiones y creo que al siguiente torneo ha hecho un juego brillante de inicio a fin teniendo un cuadro que no podía ser más difícil», arrancaba Gemma Triay en su intervención nada más terminar el duelo. «Hay que valorar también eso porque hemos ganado a todas las cabezas de serie en cada ronda», recordaba.
«No siempre que trabajas llegas al objetivo. Realmente hay muchísimos jugadores y jugadoras que dan su cien por cien, pero después hay otros que lo hacen mejor y es lo que hay», afirmaba poniendo en valor la consecución del número uno.
En ese sentido, Brea quiso elogiar a su compañera por «sacar un juego espectacular en los momentos difíciles y aparecer siempre».
«El número uno es algo muy difícil, algo que Ari y Paula hicieron durante mucho tiempo y que hay que reconocerles porque la tarea que hicieron a lo largo de estos años es muy complicada. Todas las perseguimos y andamos detrás de ellas», expresaba haciendo referencia a la tiranía de la pareja catalano-extremeña.
«Para mí es un orgullo tremendo y un suspiro grande que voy a hacer cuando me esté duchando al salir de aquí, consciente de que esto sigue», sentenciaba una Delfi Brea con hambre de más títulos y victorias.
Enhorabona Gemma, Delfi. Ningú regala res i sa veritat es que us ho heu currat.