Pese a que el remo no tiene actividad federada ni agenda competitiva en Baleares en el presente, siempre podrá presumir de ser el primer deporte con un representante olímpico en la historia de las islas, que meses atrás dio cobijo a su mayor representación en unos Juegos, una lista que en París 2024 alcanzó los veintiún representantes. Muy lejos de la soledad del menorquín Antoni Vela Vivó (Maó, 2 de marzo de 1872-Barcelona, 20 de enero de 1950). Un pionero, además, uno de los primeros españoles olímpicos de todos los tiempos.
Deportista en aquellos Juegos Olímpicos de París 1900, nada menos que 125 años atrás y los segundos de la era moderna tras los de Atenas 1896, y, posteriormente, reconocido fotógrafo, Antoni Vela Vivó fue uno de los ocho españoles que participaron en aquella cita tan lejana en el calendario y en la memoria: cinco remeros, un tirador de esgrima y dos deportistas de pelota vasca, Villota y Amézola, que dieron el primer oro a nuestro país.
Para los anales quedará la fecha del 25 de agosto de aquel 1900. A las 9:45 horas y en el emblemático escenario del río Sena, el mismo por el que discurrió la ceremonia inaugural de los Juegos de París 2024 con Rafa Nadal portando la antorcha olímpica, el menorquín Antoni Vela participaba en las series de skiff individual, no pudiendo acabar su manga.
Más tarde, a las 16:45 horas, el menorquín formó en el cuatro con timonel que completaban Joan Camps, José Fornica-Corsi, Orestes Quintana y Ricardo Margarit. Fueron segundos, con un tiempo de 6:38.4, pero no pudieron avanzar a la final, poniendo fin de esta manera a la primera aventura olímpica balear del remero menorquín que competía por el Real Club de Regatas de Barcelona, que aportó a la totalidad de la tripulación que tuvo a la Favorita como embarcación, un viejo bote que no pudo apenas competir con el resto de sus rivales.
De Vela a los veintiún baleares de 2024 hay un abismo a nivel temporal, pero también de medios, espacial y generacional. Menorca mostró el camino que siguió en Amberes 1920 el atleta Diodoro Pons, pero hubo que esperar hasta Barcelona 1992 para volver a ver a otro deportista de esa Isla, el regatista Fernando Rita, en liza. Entre medias, un vacío entre 1920 y Londres 1948, con la mayor participación balear del momento, cuatro deportistas. Una cifra que no se volvería a repetir hasta la década de los 80, antesala de Barcelona 92, el gran 'boom' y el escenario de las primeras medallas.
Para Menorca en concreto, la ausencia se prolongó hasta Londres 2012, donde llegaron el primer diploma, de manos del ciclista Albert Torres (pista, persecución por equipos), y la medalla que abrió la lata, la plata en baloncesto de Sergio Llull, que tuvo continuidad cuatro años después con un bronce en Río 2016. Pero siempre, el primero de la lista será un mahonés, Antoni Vela Vivó, haciendo justicia así como todo un pionero en muchos aspectos de la vida y el deporte que, 125 años después, merece ser recordado como el primer deportista olímpico menorquín y balear de la historia.