El nombre del Club Nàutic Ciutadella quedó grabado ya para siempre en el Campeonato del Mundo 2025 de Pesca de Altura por selecciones nacionales que se celebró en Francia, después que los dos capitanes de los dos equipos que representaron a la Selección Española en la cita mundialista fueran de Es Nàutic: Joan Bonet del equipo ‘Ulises’ y Pedro Llinàs del ‘Artic’. Con Bonet, después que esta barca del CN Ciutadella ya se colgara el bronce en el Mundial de clubes de Italia, fueron undécimos de equipos. Por su parte, Llinàs acabó campeón del mundo individual ahora en aguas francesas. Paralelamente, por países, ‘Ulises’ y ‘Artic’ han finalizado subcampeones del mundo por selecciones.
De la mano de los socios del club ciutadellenc, Bonet y Llinàs, el cuadro nacional formado por las barcas ‘Ulises’ (Bonet, Jonàs Bock, Juanmi y Joan Llompart) como la selección B y ‘Artic’ (Llinàs, Oliver Kaufer y Carlos López) como el equipo titular, han lidiado una cita de gran dificultad, por el talento participante y el mal tiempo. Los dos equipos con presencia CNC tuvieron que lidiar antes del Mundial en la Liga española, siendo los dos primeros y formando así el combinado español.
«Estamos orgullosos en el club de que un socio haya ganado el Individual y que como Selección Española seamos segundos de este torneo más importante del año», expresaba ayer a este diario, Juanmi Llompart, uno de los participantes y presidente del CN Ciutadella, aún desde el pequeño pueblo de pescadores de Francia donde se vivió este Mundial y ante una gran expectación de público, ante el evento más importante del año en la pesca de altura mundial.
Todo ello en un Mundial de jornadas «duras, con tormentas y suspensiones de jornadas», relata Llompart, protagonistas tras capturar el pez más grande del evento, un atún gigante de 230 centímetros. «Combate de tres horas que te privan de pescar más y, al final, suma los mismos puntos que un pez de 30 kilos, lo que me marca en la clasificación», decía, con sabor agridulce. «En resumen, una pasada de experiencia en Francia; hemos conocido mucha gente de otros países y los resultados fueron magníficos», cierra Llompart, aún frotándose los ojos.