Pese a que el carácter festivo y alegre del Open sirvió para marcar el inicio de la temporada, lo cierto es que ha sido empañado por el nuevo precio que toca asumir por el uso de unas instalaciones lamentables.
Desde el Club Bádminton Maó denuncian que el Ayuntamiento les ha notificado un incremento considerable —hasta el doble— de la cantidad económica que la entidad debe abonar por utilizar las pistas del Pavelló Sínia Morera. «No tenemos la suerte de otras poblaciones que disponen de instalaciones en condiciones para entrenar con seguridad, sin que sea un deporte de alto riesgo de lesión, como sí ocurre en nuestro pabellón», claman con contundencia a través de sus redes sociales.
El pavimento, dañado
«Esperamos que esta subida de las tasas sea para tener un pavimento sin agujeros, burbujas…», explican. Es decir, que deje de presentar un estado precario. El club que preside Pep Costa también se refiere a la necesidad de «arreglar las puertas de acceso y poner los cristales que había antes, eliminar las goteras, asegurar el suministro de agua caliente para que los deportistas puedan ducharse toda la temporada, limpiar el pequeño almacén…» entre una lista interminable de requisitos básicos que se incumplen en la actualidad.
El Club Bàdminton Alaior se solidariza con las quejas de su entidad amiga para denunciar una situación que califican de «deplorable».
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