‘In extremis’, con suspense, en la última carrera. La España del mahonés Joan Cardona salvó la papeleta en Ginebra cuando muchos la daban ya por muerta. Después de todo un fin de semana de malas noticias, el equipo pilotado por Diego Botín se resarció con una victoria de flota de las que pueden marcar el devenir del Rolex SailGP Championship. Los Gallos tienen muy claro que si han de entregar su corona en Abu Dabi, será con las botas puestas.
Los Gallos recibieron una penalización que, aunque no resultó determinante, hizo aún más difícil la remontada. Al final, octavos, en una sesión que muchos F50 no pudieron completar debido a la falta de viento. Ahí, España obró el milagro. Los Gallos cambiaron de estrategia y buscaron el punto más cercano a la primera boya desde la salida. Tras un tramo muy igualado en el que todos los F50 marcharon en línea, el F50 Victoria fue capaz de imponerse a los demás y abrir hueco, para terminar sumando 10 puntos y remontar hasta la quinta posición del evento. Además, tanto Nueva Zelanda como Gran Bretaña-rivales directas de los españoles- quedaron muy atrás y terminaron fuera de los tres primeros puestos. La final fue para la Alemania de Erik Heil, que dio la sorpresa y se alzó con su primer Gran Premio en la historia de Rolex SailGP, imponiéndose a Australia y a Suiza.
Llegan cuartos a Cádiz
Tras el quinto puesto cosechado en el lago Lemán, Los Gallos llegarán a Cádiz en cuarta posición de la general, con 70 puntos. Tres más tiene Nueva Zelanda (73), que es tercera, mientras que Gran Bretaña tiene 75 y Australia 76. España peleará por todo en casa, ante su afición. El 4 y 5 de octubre, Cádiz será un hervidero.