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El colista asusta al Valeriano

El equipo de Llorens sufre para doblegar a un motivado UCAM Murcia Los puntos de Marqués, decisivos

Ester Marquès. La capitana del Valeriano Allès fue decisiva ayer en el sufrido triunfo ante el UCAM. Lo fue por los 17 puntos sumados a título individual, y por el momento, en los finales de lo sets. | Gemma Andreu

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Trámite cumplido, aunque con susto y antiguos fantasmas de la primera vuelta que merodearon esporádicamente por el Pavelló Municipal. Con la baja de última hora, por precaución, de la catalana Raquel Brun, debido a una inflamación en la rodilla y pensando ya en el IBSA del próximo sábado, de nuevo en Ciutadella, el Valeriano Allès Menorca superó 3-1 al UCAM Murcia, un colista que como ya ocurrió en tierras murcianas le puso las cosas muy complicadas y estuvo apunto de arrebatar un punto a las de Llornes que habría sido muy nocivo dada la igualdad de la Liga. Ya de un principio se vio que tocaría sufrir, ante un rival motivado y liderado por la ex Valeriano,  Elena Marmameu, que logró romper la recepción a las locales, como hacía tiempo que no sucedía, lo que las hizo jugar incómodas y sin dar con su mejor versión. Fue un encuentro a ráfagas por ambos lados y en el que el servicio de un lado y otro resultó determinante.

El primer set amaneció frío, pese al ambiente en las gradas. El UCAM estaba inspirado, y el Valeriano no se encontraba, con problemas en recepción (17-19). No mejoró con un tiempo muerto de Llorens, colocando Kdnusen un inquietante 18-22. Pero ahí estaba McNatt primero y Ester Marquès después para, desde la red, girar la contienda, 26-24, cuando ya nadie daba un duro por este set.

El segundo empezó igualado, con un Valeriano incómodo y dubitativo. Con 13-15, de nuevo Ester daba la vuelta al marcador (20-17) pero el UCAM respondía con Bouza y Marmameu crecidas (22-25) e igualaba el partido.

Mejor empezó la tercera manga (8-3) aunque la alegría duraría poco. Las locales, nulas en bloqueo, se dejaban remontar (15-15) y entraba el miedo en el cuerpo de las bermellones. Un balón muerto entre McNatt y Ester evidenciaba la incomodidad de la contienda. Rese, desesperada, daba el último empujón para las suyas, desde el servicio (25-19).

Con 2-1 y sin buenas vibraciones, de nuevo era el Valeriano Allès el que marcaba distancia (8-5) pero Marmameu y dos errores en el servicio de Do Monte y una espesa D'Amaro instalaban la igualdad, 12-11. Fue aquí cuando el saque valía su peso en oro, con intercambio de puntos hasta el preocupante 18-20. Primero Broekhuis y luego Knudsen ponían el 21-23 y el Pavelló se temía lo peor. Pero ahí estaban nuevamente McNatt y Ester al rescate para el definitivo 25-23 (3-1).

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