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Voleibol. Liga Iberdrola

El Avarca, sin margen de fallo

El equipo de Ciutadella, aún con argumentos para remontar, se medirá este sábado al Tenerife

Carla Jiménez y Mayra Westergaard, en acción defensiva | Gemma Andreu

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El Avarca de Menorca quiere regresar a la final. Más de un decenio después de su última aparición en la batalla por el título (que ocurrió en 2012, para enhebrar su segundo éxito de tres finales consecutivas jugadas entre el trienio 2010-12), el equipo de Ciutadella se encuentra a solo dos victorias de poder trazar su objetivo.

No obstante, la empresa no se deduce sencilla, puesto que ese par de victorias debe materializarse ante el vigente campeón, el CV Haris Tenerife Libby’s La Laguna, que hace menos de una semana ya dio cuenta del conjunto menorquín, en el primer partido de la ronda de semifinales (3-0) celebrado en las Afortunadas para tomar ventaja en la serie (0-1).

Enjugar esa renta en contra, este sábado al resguardo de su hinchada, es el primer propósito del Avarca, que de conseguir dar ese paso tendrá la oportunidad, 24 horas después, este domingo y también en casa, de suscribir un segundo triunfo ante las tinerfeñas y con ello retornar a la batalla por el cetro de la Liga Iberdrola, el mismo que se le resiste de modo constante a lo largo de la última década. No en vano, el equipo que entrena Bep Llorens, que nunca ha podido alcanzar la final como ‘primero’, por unas u otras causas ha perecido en reiterada cercanía al objetivo en varias oportunidades a lo largo de los últimos diez años.

El planteamiento y pensamiento del Avarca, en cualquier caso, no trasciende más allá del duelo de este sábado (otra óptica carecería de sentido), que se espera igualado y competido, y en el que cada cual tratará de hacer prevalecer sus virtudes y mitigar sus mermas.

A favor

En el caso del Avarca, alimentan sus expectativas, en primer término, el hecho de jugar en casa. El factor pista siempre es un valor añadido en partidos de este perfil, y el Avarca, si prosigue con la fiabilidad acreditada durante la presente temporada en Ciutadella, tendrá recorrido mucho trayecto.

Además, el precedente de la fase regular, un inapelable 3-0 en favor del equipo menorquín, ocurrido hace apenas un par de meses, engorda su candidatura a ser finalista, como igualmente el hecho de que el Avarca clausuró en segundo lugar la fase regular.

Paralelamente, cabe poner de relieve la experiencia que atesora la plantilla que entrena Llorens, lo que siempre es un grado en las grandes citas, donde a menudo, solo con la calidad, no alcanza. Westergaard, Wanda, Portero, Huber, Barrasa… en la formación menorquina no pocas ‘saben latín’. Y de hecho, basta con retroceder un año en la cronología de la liga para comprobar que el Avarca está enfrascado en una situación en la que ya ha convivido en un reciente pasado, aunque entonces a la inversa, en tanto que en la semifinal de 2022 el conjunto menorquín, después de avanzarse por 1-0 ante el Gran Canaria al ganar en Ciutadella, cedió de forma consecutiva en el segundo y tercer partido en Las Palmas y cayó eliminado. La presente eliminatoria es otra historia. Y otra temporada. Pero que duda cabe de que es un muy vívido paradigma de que la remontada, en ‘clave Avarca’, es posible.

En contra

No obstante, la lectura previa al partido no comprende en exclusiva argumentos para la remontada; en contra de los intereses del Avarca afloran una serie de aspectos que escenifican lo arduo de sus intenciones.

Empezando con que el CV Haris tinerfeño, club impulsado en 2011, es el vigente campeón español. Luego de los tres subcampeonatos conseguidos en el trienio 2016-18, la entidad de La Laguna se ha elevado recientemente a otra dimensión, y el éxito liguero conquistado hace doce meses, como también los títulos de Copa (2022 y 2023), son un claro reflejo de ello. Otros factores que amenazan la ambición del Avarca son lo difícil que es poder superar a un rival de un nivel tan parejo en el exiguo margen de 24 horas; y que en el primer encuentro jugado en la latitud canaria, aún a pesar de lo equilibrado que se distinguieron los tres sets, el Tenerife supo decantar siempre la balanza en su favor en situaciones de igualdad, fue mejor en los pequeños detalles que terminaron por dejar en blanco al Avarca. En partidos donde la sicología también concede puntos, puede ser un elemento de peso.

Y por último, calibrar que el Tenerife, que ha recuperado jugadoras para la postemporada con las que no pudo contar en el trecho final del calendario regular, el curso pasado ya demostró, en su consecución del título, su capacidad para ganar a domicilio; resolvió semifinal y final por sendos 2-0, ganando en ambas eliminatorias el segundo partido lejos de su pista para sellar su objetivo. En suma, una auténtica amenaza para un Avarca que ya juega sin red, sin margen de fallo.

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