El presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, marcó un objetivo medioambiental claro: hacer de Menorca una isla más autosuficiente, más limpia y más resiliente frente al cambio climático. En su intervención, colofón del encuentro celebrado en el Llatzeret, aseguró que preservar el entorno «no es solo una obligación moral, es también una oportunidad para reforzar nuestro modelo económico, para crear puestos de trabajo y consolidar Menorca como un referente internacional de sostenibilidad y calidad de vida».
Para ello enumeró una serie de actuaciones, relacionadas con el ciclo del agua y la búsqueda de nuevas aportaciones, como la reutilización de aguas depuradas y la construcción de la desaladora de Llevant. Vilafranca destacó asimismo que el Consell trabaja en la transición energética, con el apoyo a nuevos proyectos fotovoltaicos, y la ampliación de la red de puntos de recarga eléctrica en toda la Isla, fundamentales para una movilidad limpia. Además consideró «vital» el apoyo al sector primario, al campo que es «raíz e identidad» de Menorca, apostando por el producto local, la innovación y la incorporación de las nuevas generaciones.
«La innovación, la sostenibilidad en la productividad y en la rentabilidad del campo son más necesarias que nunca, junto con la diversificación», subrayó el presidente del Consell.