El futuro centro de alta resolución de Ciutadella, con servicios como la cirugía mayor ambulatoria y técnicas de sedación; las urgencias 24 horas en Dalt Sant Joan; la ambulancia 24 horas en la zona centro; la implantación del servicio de hemodinámica en el Hospital Mateu Orfila (Menorca es la única isla sin esta prestación del IB-Salut); la Unidad de Hospitalización Domiciliaria; y el centro sociosanitario en el Hospital Verge del Toro. La lista de necesidades que enumeró el médico Claudio Triay es larga. Lo peor es que muchas son reivindicaciones antiguas que no se cumplen, otras infraestructuras arrastran tal retraso, como el sociosanitario de la antigua Residencia, que dejan a los profesionales sin palabras, «no sé qué decir», reconoció Triay al respecto.
La sanidad pública está bien valorada, casi el 45 por ciento de los menorquines cree que es buena o muy buena, según el último sondeo del IBES, eso pese a unas largas listas de espera y a una Atención Primaria, advirtió Triay, que «es un drama, hay que reconvertirla» con más atención domiciliaria y la ampliación de plantillas.
El ponente afirmó que Primaria cada vez tiene «más presión y los médicos se van». Ante las esperas para una cita los pacientes acuden a Urgencias y estas se saturan, «son vasos comunicantes», dijo.
Triay aseguró que el modelo español de sanidad pública se ha mantenido con bajos sueldos de los sanitarios «pero ahora se van al extranjero o a la privada» y reclamó «más ideas, como formación o tiempo libre adicional» para fidelizarlos, además de crear residencias para que «puedan venir a trabajar».