La problemática de la vivienda es, para el arquitecto Llorenç Seguí, «de las más complejas que tenemos en la actualidad» y deriva, según su análisis, de la falta de políticas de vivienda en los últimos años, de una promoción «simbólica» de vivienda protegida y de decisiones urbanísticas que han frenado la construcción de primeras residencias: no se han desarrollado los crecimientos previstos alrededor de los municipios y el Decreto Ley 9/2020 «con esa excusa» descalificó «gran cantidad de suelo urbanizable».
El presidente del Colegio de Arquitectos en Menorca cree que la politización del problema no ayuda, «se tienen que evitar soluciones preconcebidas, al estar el urbanismo dentro de la lucha política, muchas veces se actúa al revés». Además, recordó que los tiempos, en urbanismo, son más largos que los ciclos electorales.
«Afrontar la crisis habitacional requiere un gran pacto», según Seguí, cuyas claves son construir el máximo de vivienda protegida, «hay países del norte de Europa donde representa el 30 por ciento de lo que se construye»; también «aumentar la densidad de los nuevos urbanizables que hay alrededor de los municipios, ahora es baja, lo que aumenta los costes de urbanización y construcción y consume más territorio para un mismo número de viviendas».
Fomentar las políticas de rehabilitación, reducir la carga fiscal sobre la vivienda, «hacer al ciudadano partícipe de la solución» con la creación de cooperativas para promover pisos, combatir el alquiler turístico ilegal y estudiar la posible reversión de la descalificación de suelo urbanizable, de 2020, son otras propuestas del arquitecto.