«Nunca te podré agradecer todo lo que has hecho. Muchas gracias, hasta siempre Aina». Estas emotivas palabras las pronunció quien fuera una de las alumnas de la filóloga Aina Moll, Margalida Sunyer. Fue en el Saló de Sessions del Ajuntament de Palma, institución que este sábado le rindió un sentido homenaje póstumo, porque Moll, fallecida el pasado 9 de febrero, fue «una mujer impresionante y magistral», expresó el alcalde, Antoni Noguera. Fue un acto sencillo, organizado por Cort conjuntamente con los familiares de la lingüista, pero muy emotivo y que atrajo a cerca de un centenar de personas.
Precisamente, fue el alcalde Noguera quien inició el homenaje y dedicó unas palabras que se fueron repitiendo a lo largo del acto. Después fue el turno del regidor de Cultura, Llorenç Carrió, quien calificó a Moll de «figura clave en la defensa y la normalización de la lengua catalana» y subrayó que «su ejemplo nos guía ahora para recuperar el consenso lingüístico que merecemos».
Seguidamente, el filólogo Isidor Marí y Pilar Arnau, que está escribiendo la biografía de Moll, pronunciaron sendos discursos en los que repasaron los hitos más importantes de la trayectoria de Aina Moll. Entre éstos, su labor como «directora general de Normalització Lingüística de la Generalitat de Catalunya y como asesora en este área del Govern e impulsora de la recuperación y difusión de la lengua catalana». Además, colaboró con su padre, Francesc de Borja Moll, en el Diccionari Català-Valencià-Balear.
Uno de los momentos más aplaudidos fue cuando Margalida Sunyer tomó la palabra, y rememoró cuando conoció a Moll, en 1964, en el Institut Joan Alcover y le inculcó «el amor por la lengua». Acto seguido, la cantautora Maria del Mar Bonet, con su guitarra, interpretó, intercalando palabra recitada y cantada, El Pi de Formentor, y después, Sa Madona de Sa Cabana.
Finalmente, Antoni Noguera entregó un ramo de flores a cada uno de los cuatro hermanos de Aina Moll, –Francesc, Dora, Víctor y Joan–, quienes acudieron al homenaje acompañados por su extensa familia, entre ellos, la regidora de Educació del Ajuntament, Susanna Moll. Fue un momento más que mágico que puso el broche de oro a una hora de «cultura i pais».