El arte contemporáneo está en pleno apogeo en Menorca y despierta cada vez mayor interés. Así lo entienden Hauser & Wirth y el Ateneu de Maó, que aúnan esfuerzos para impulsar «Menorca también contemporánea», un seminario con ocho sesiones con expertos de campos diversos, para abordar cuestiones que afectan o influyen en el arte contemporáneo.
El experto en derecho y patrimonio histórico, Javier Vicente Domingo, coordina este ciclo que se desarrollará entre el 5 de marzo y el 30 de abril y que contará con personalidades de campos diversos, los cuales ofrecerán entre todos, una visión muy amplia sobre cuestiones relacionadas con el mundo del arte.
La propuesta de este seminario la acoge con agrado el Ateneu de Maó, ya que, como apuntaba este jueves su presidenta, Margarita Orfila, «nos gusta recoger todas las iniciativas que nos llegan», para cumplir con una de las funciones primordiales de la entidad, «ser caja de resonancia de la sociedad menorquina para aquellos temas que solicita» y para los que tiene interés.
Las ocho conferencias las enmarca Javier Vicente Domingo en campos o bloques distintos, empezando por las charlas que protagonizarán artistas como el reconocido creador menorquín Matías Quetglas y José Manuel Ballester, Premio Nacional de Fotografía 2010, para dar su particular visión y su concepción del arte.
Otro bloque versará sobre el mundo de «mediadores, que están entre el artista y el público». Se hablará de ferias y eventos internacionales, como la Bienal de Venecia, con quien fuera su directora en la 51 edición, María de Corral, y también con Isabel Mignoni, de la Galería Elvira González.
Proyectos nuevos como el propio de Hauser & Wirth y el museo Chillida Leku dedicado al prestigioso Eduardo Chillida, servirán para hablar de modelos de gestión, y también tendrá cabida el mundo del derecho vinculado al arte (propiedad intelectual, derechos sobre bienes).
Todo esto se encuadrará en un ciclo que habrá empezado con la participación de la directora del Museo Nacional de Altamira, la antropóloga Pilar Fatás. Porque, aunque parezca algo lejano, en la prehistoria «la gente de Altamira ya expresaba sus pensamientos, sus preocupaciones y sus creencias». Y la investigadora que, apuntó Domingo, «ha estudiado mucho la importancia de Altamira para el arte contemporáneo».
Orfila y Domingo se refirieron al privilegio que supone para la Isla un programa como este, «que ya querrían ciudades más grandes».
El lunes se abrirá el plazo para inscribirse en el seminario. Las plazas son limitadas y se concederán por estricto orden de llegada.