«Tozudamente firmes, desde la Obra Cultural Balear seguimos el faro de Europa, al lado de los valores democráticos en un tiempo donde parece que vuelven a brotar las malas hierbas del fascismo. Seguimos del lado de la convivencia, combatiendo el racismo, la homofobia, el machismo, la intolerancia, la represión, la ignorancia y seguimos alzando orgulloso la insignia de la libertad, ese lazo amarillo que, ya por tercer año consecutivo, ocupa el lugar donde debería sentarse el presidente de Òmnium Cultural y la Federació Llull: nuestro compañero Jordi Cruixart». Son palabras de Josep de Luis, presidente de la OCB, en su discurso de apertura de la Nit de la Cultura, en la que se entregaron los Premis 31 de Desembre, en esta ocasión en el Auditori del Conservatori, en Palma.
Este sábado ha sido una noche de celebración, de reivindicación y para premiar y recordar a aquellos que, con su labor día tras día, contribuyen a fer país, a construir una cultura catalana desde «la convivencia y la justicia». Josep de Luis inició su potente discurso, muy reivindicativo, con un sencillo «bon dia», y, precisamente, en sus primeras palabras recordó a Aina Moll, fallecida a principios de este 2019, socia fundadora de la OCB y «arquitecta del proceso de normalización lingüística». Por eso, de «su legado, de su maestranza y de su ejemplo siempre seremos deudores». Tanto es así, que el calendario anual de esta entidad está dedicado este 2020 a Moll.
Uno de los premios, el Josep Maria Llompart, fue para el filólogo y profesor menorquín Joan F. López Casasnovas, en reconocimiento a su labor por la normalización lingüística.
Crecimiento
Y de lo que viene, y de lo que la OCB ha realizado en este año que está a punto de terminar, también se refirió a los proyectos «con los que hemos cerrado un ejercicio en el que hemos consolidado nuestro crecimiento; seguimos aumentando la base social de la entidad decana en la defensa de la lengua, la cultura y el país de les Illes Balears».
Josep de Luis, presidente de la OCB, durante su discurso.
De esta forma, Josep de Luis enumeró los hitos de la OCB de este curso: los actos de la Diada per la Llengua en mayo y la Diada de Mallorca, que se celebra estos días, así como la programación de eventos en Can Alcover, sede de la institución y «epicentro de la cultura», y en definitiva, «el punto de encuentro de referencia para la cultura catalana y propia de Balears». También «se ha puesto en marcha la segunda edición del Premi Sambori-OCB de literatura infantil y juvenil», y «hemos consolidado el proyecto CinemaCat».
Entre los objetivos de la OCB para 2020, De Luis avanzó que pasarán por «convencer» a los políticos para cumplir, «ellos» en primer lugar, las «normas» lingüísticas, como el decreto sobre el uso de las lenguas en la Administración. Un decreto que es «sistemáticamente ignorado, en una constante actitud rebelde por parte de los gobernantes». La OCB «estará alerta para que la nueva Oficina de Drets Lingüístics lleve a cabo su trabajo».
Protagonistas
Aún así, los auténticos protagonistas fueron los ganadores de los Premis 31 de Desembre, en la que por segundo año se otorgó una mención de honor, para Paula Rotger, como «víctima de un caso grave de discriminación lingüística» en la defensa de la lengua catalana tras haber sancionada por Aena.
La velada, presentada por la actriz Apol·lònia Serra y Noemí Garcies, se desarrolló en un ambiente emotivo a la par que festivo, unas emociones arropadas por la música y el teatro, y por las palabras de los ganadores. Una noche «para recordar».
Los galardonados
Premi Josep M. Llompart: Joan Francesc López Casesnovas y Bernat Joan i Marí.
Premi Bartomeu Olvier: Circ Bover
Premi Emili Darder: Film Club
Premi Miquel dels Sants Oliver: ‘Corpus de fraselogia de les Illes Balears', de Bàrbara Sagrera Antich.
Premi Bartomeu Rosselló-Pòrcel: Clara Fiol
Premi Francesc de Borja Moll: Associació Ona Mediterrània
Premi Aina Moll: Gori Negre
Premi Gabriel Alomar: Pere Pascual
Menció d'honor: Paula Rotger