Tras compaginar durante muchos años su actividad profesional como ingeniera con su proyecto artístico, Nuria Teruel (Valencia, 1961) abandonó su puesto de trabajo para dedicarse en cuerpo y alma al desarrollo de su obra pictórica. Una camino que en 2004 le condujo hasta Menorca. «Cuando llegue por primera vez ya supe desde el primer momento que era mi sitio, estoy enamorada de la Isla y de un menorquín», declaraba en una entrevista publicada en «Es Diari» con motivo de la primera exposición en su nueva casa, titulada «Recuerdos de la ciudad» (2006).
La primera cita de una intensa carrera artística que desarrolló durante años hasta su adiós definitivo la pasada semana, y que tuvo como despedida la colección que exhibió en el verano de 2019 en la galería Encant de Maó con «Efectos secundarios». El reflejo de un estilo que fue tomando forma con el paso del tiempo a través de diferentes técnicas pictóricas, todas ellas relacionadas de una forma muy directa con el color como principal herramienta. En 2007, su talento fue reconocido como ganadora de la XXVIII Premi Sant Bartomeu de Pintura con su obra «Sin título, azul».
Cabe recordar también de Teruel su activa lucha por los derechos de los artistas, siendo además una de las primeras socias de la Associació d'Artistes Visuals de les Illes Balears (AAVIB).