La música y la pintura, como herramientas de creación, forman parte de un todo para Alan Florit (Ciutadella, 1979). Si hace un año mostraba en la sala Xec Coll su colección de grabados bajo el título de «Vincles», ahora publica un disco con ese mismo nombre, en este caso de la mano de su proyecto musical «Snowman lost his head». «He intentado tratar el mismo tema sirviéndome de diferentes lenguajes. Están, nunca mejor dicho, muy vinculadas mis facetas como pintor y músico», reconoce Florit.
Una propuesta que pretende ayudar a encontrar un pequeño espacio de reflexión e introspección en unos tiempos tan convulsos y frenéticos como los actuales. Conceptualmente, el álbum, editado por la discográfica menorquina Velomar Records, habla, defiende el autor, «de esos pequeños lazos invisibles que nos unen tanto a nivel personal como general dentro del sistema, y que a veces pueden ser muy diferentes».
Ese es el planteamiento apoyado en paisajes sonoros instrumentales pero hablar de mensaje ya es otra historia. Florit es fiel a una convicción de la que ha hecho gala a lo largo de toda su carrera, cuyos inicios como ‘Snowman' se remontan a 1997. «Me gusta mucho dejar mis trabajos a la libre interpretación de cada uno. Creo que esa es una manera de que el espectador o el oyente tengan su espacio y se puedan sentir acogidos de alguna manera». En ese sentido, el artista considera que hay que respetar la visión del público «porque es tan importante como la mía».
Emociones y sensaciones
«Vincles» es un disco que se nutre mucho de la experiencia de su compositor. Lo que suena en el álbum toma como referencia «mis emociones y sensaciones, mi día a día, y es también un reflejo de lo que me ha pasado en los últimos años, como por ejemplo ser padre. Como artista me parecía lo correcto dejar un registro de esos primeros años», añade.
Siguiendo la línea de su anterior álbum, «Mei» (2015), el sonido de Snowman cuenta con un sello muy personal pero en el que se deja notar el paso del tiempo. Reconoce Florit que ha trabajado mucho «para intentar hacer algo diferente» en lo que se refiere a las atmósferas. El tiempo ha pasado y ello no quiere decir que entre medias haya estado parado, ya que de hecho ha hecho diferentes colaboraciones, como por ejemplo la banda sonora para la película «Vampysr» o composiciones para exposiciones, entre otros proyectos.
Lo que sí que no cambia es el método de trabajo, siempre ligado a la tecnología. «El ordenador es el instrumento más utilizado del siglo XXI y también el más desconocido a la vez, y es algo que resulta curioso», opina. Para él se trata de «una pequeña caja en la que caben todos los instrumentos del mundo y con la que puedes crear cualquier tipo de sonido que te viene a la cabeza», señala.
Snowman está muy ligado al mundo digital, pero con el lanzamiento de «Vincles» demuestra ser también un nostálgico de lo analógico. Es por ello que el álbum, además de en plataformas y CD, también llegará a su público a través del cassette. La presentación en directo será el 14 de mayo en la Sala Actes de Sant Miquel de Ciutadella (20 horas).